La segunda víctima atormentada del aborto es la mujer. Millones de chiquillas se han hundido en el fraude del aborto; todas ellas están penando lo que se denomina como Síndrome Post-aborto. Así lo prueba la institución abortista más significativa del mundo, la Federación Internacional de Planificación Familiar, al aseverar que "la incidencia del trauma post-aborto para jóvenes de abortos quirúrgicos puede llegar a alcanzar hasta el 91% de los casos".

Las adolescentes que abortan comienzan a padecer los síntomas post-aborto: zozobra, desesperación, delirios, desvelo, embriaguez, drogadicción, psicosis... y suicidio.

Otra de las graves secuelas del aborto es el carcinoma de mama. Junto con el gran acrecentamiento de los cánceres del aparato reproductivo de la mujer, el cáncer de mama ha tenido un aumento espectacular en todos los países donde se ha propagado el aborto. Cuando las jóvenes abortaban a su primogénito antes de los 18, el cáncer se presentaba rápidamente.

Gabriel Roselló

Secuestro, violación y tortura

La crueldad, a través del secuestro, de la violación y la tortura contra las niñas es "uno de los problemas más serios e importantes" del momento actual. El Estatuto de Roma sobre la Corte Penal Internacional considera estos delitos como "crímenes de guerra" y como "crímenes contra la Humanidad".

El perturbado mental chino Gong Runbo, de 34 años de edad, que habitaba en la ciudad de Jiamusi, situada en el llano de Sanjiang, en la provincia de Heilongjiang, al noreste de China, en su residencia tenía guardados las morfologías de las cuatro niñas que había violado, torturado y asesinado. El aterrador escenario fue descubierto por las fuerzas de seguridad chinas a raíz de la denuncia de un crío de 14 años que alegaba que se había fugado de un individuo que lo tenía raptado. Fue capturado y, de esta forma, se acabó uno de los casos más trágicos de violaciones, torturas y asesinatos en serie.

El norteamericano James Barker, uno de los militares implicados en la violación, tortura y asesinato de una niña de 14 años de edad en la ciudad de Mahmudiya, al sur de Irak, testificó bajo juramento un alegato espeluznante de la carnicería que también le costó la vida a la allegada de cinco años y a los progenitores de la muchacha. El militar actuó bajo los efectos de la ingesta de bebidas etílicas. El cuerpo quemado de la adolescente, con un balazo en la cara, fue concluyente para que el caso llegara a una corte marcial.

También, la entrenadora de gimnasia Pamela Rogers, de 29 años, sollozó y solicitó indulgencia ante el juez Bart Stanley, de Tennessee, Nueva York. Estaba imputada por haber remitido testimonios gráficos de ella misma desvestida a un menor de 16 años con el que mantenía relaciones carnales. Pamela entró en el calabozo y fue condenada a nueve meses de cárcel y a siete años de libertad condicional. También estaba procesada de 15 cargos de agresión sexual y 13 de violación a menores.

La crueldad contra la subsistencia de millones de niñas, violentadas a la indigencia, al hambre, a la esclavitud sexual y a la tortura física, es provocada por un infame reparto de las riquezas entre los pueblos.

Clemente Ferrer

Presidente del Instituto Europeo de Márketing