MARISELA ORTIZ es una de las valientes mujeres que luchan contra el feminicidio permanente y tolerado de Ciudad Juárez, México, con riesgo de su vida y de la de sus familias. Ella lucha porque acaben, se esclarezcan y se haga justicia en torno a más de medio millar de desapariciones y asesinatos de mujeres desde 1993 que, en su mayoría, no han sido esclarecidos. Junto con otras muchas mujeres de Ciudad Juárez, Marisela, que hace menos de un año recibió el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española por su trabajo como cofundadora de la organización "Nuestras hijas de regreso a casa", está lanzando un grito al mundo para pedir ayuda.

Protesta por el nombramiento del nuevo procurador general de México, Arturo Chávez, por el presidente Calderón. Marisela no entiende de currículos brillantes o de "grandes" servicios a la nación. Marisela vive la tragedia diaria de las mujeres de esta ciudad, en el Estado de Chihuahua. Y tiene memoria. Ella recuerda, y lo dice en su carta, que Chávez fue subprocurador y procurador en el Estado de Chihuahua y que su mandato "fue uno de los períodos con mayor auge de casos de feminicidio en Ciudad Juárez". Marisela y las demás mujeres de Ciudad Juárez dicen que "de acuerdo con la recomendación 044/1998 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Arturo Chávez tenía la responsabilidad constitucional y legal de investigar, perseguir y consignar a los presuntos responsables de los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez y, sin embargo, no lo hizo".

Marisela y las mujeres de Ciudad Juárez recuerdan que "la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y Naciones Unidas, entre otros organismos internacionales "emitieron diversas recomendaciones pidiendo desde su remoción hasta su enjuiciamiento por desacato". Y añaden que "Chávez tenía la responsabilidad jurídica de brindar resultados a las víctimas y, por el contrario, entorpeció las investigaciones a través de sus funcionarios de enlace con la CNDH, lo cual le hace una persona no confiable y totalmente inelegible por razones éticas, políticas y jurídicas para el cargo designado".

Las mujeres de Ciudad Juárez dicen que en los años que Chávez estuvo en Chihuahua creó una fiscalía de urgencia que ni siquiera tenía archivos ni teléfono. Y, sobre todo, dicen algo que me parece definitivo: en ese tiempo ni siquiera recibió a las madres de las víctimas. Han pedido al Senado de México que no ratifique el nombramiento. Necesitan apoyo y lo merecen. Mi respeto y mi admiración por ellas y por su lucha. Para que un día, cuanto antes mejor, se haga justicia y se desvelen los nombres de todos los que la han impedido y siguen impidiéndola.