Para cualquier hombre o mujer perteneciente al pueblo canario actual es fácil pensar que nuestros ancestros los guanches poseían unas creencias y unas prácticas espirituales antes de la llegada de los vándalos invasores (espanoles).

Según afamados cronistas e historiadores, entre los que podemos resaltar al chasnero Juan Bethencourt Alfonso, en su obra "Historia del Pueblo Guanche", nuestros antepasados del vecino continente africano trajeron toda su cultura, entre otras facetas, la religiosa.

Adoraban y profesaban fe a una única divinidad femenina, a la cual llamaban Diosa Madre Universal o Chaxiraxi, la sustentadora del universo, la protectora, la nutricia, la amparadora. Además, también adoraban a dos paredros (mediadores o intermediarios entre la Diosa Madre y los humanos), un astro diurno Magek (sol) y otro nocturno Achuguayo (luna). Chaxiraxi era la divinidad femenina insular continuadora de las otras divinidades femeninas continentales africanas como Tanit o Astarté.

Se reunían y congregaban en lugares sagrados a los que llamaban efequenes o almogarenes, donde celebraban ritos, cultos y ofrendas dirigidas a los ancestros, a los paredros y a la Diosa Madre, conducidos por las Maguadas, Samarines, Kankus, Guademeñes o Faykanes; en definitiva, los componentes femeninos y masculinos de la clase sacerdotal.

La cruel, cobarde, sangrienta y criminal conquista espanola de Canarias fue un proceso en el que la avanzadilla del mismo estuvo constituido por el clero católico, curas y monjas, a los que el ejército mercenario colonizador mandó la sustitución de la espiritualidad guanche por la religiosidad católica. La iglesia vaticana, romana y católica ordenó construir sus templos (ermitas y parroquias) sobre nuestros efequenes y almogarenes guanches, prohibiendo todo culto, rito y práctica espiritual guanche so pena de muerte y en nombre del antipaganismo.

La resistencia del pueblo guanche y canario es de tal magnitud que se asemeja a la del pino, produciéndose un sincretismo (misturaje, mescolanza) entre lo guanche y lo católico, de tal modo que la iglesia vaticana se vio obligada a inventar el mito de María la Virgen para eliminar la divinidad femenina guanche, imponiendo a la fuerza la supuesta madre de la divinidad católica.

El pueblo canario actual, cuando adora a las múltiples y diversas vírgenes, Candelaria (TF), Peña (FV), Pino (LP), Nieves (P), Dolores (LZ), Guadalupe (G), Reyes (H), etc., sin saberlo y sin ser consciente profesa fe, devoción y admiración a la Diosa Madre. La divinidad masculina católica (Dios, Jehová, Javhé, Jesús) nada ha podido hacer contra la supremacía de la divinidad femenina guanche, que sigue contando con una amplia popularidad en nuestro archipiélago canario.

Todo calcetín es reversible, y en el proceso de consecución de nuestra liberación nacional la iglesia católica tiene una magnífica oportunidad para pedir perdón al pueblo canario de ahora, descendiente directo del pueblo guanche de antes, por haber colaborado, protagonizado y participado en la esclavitud, colonización, crimen e invasión de antaño; ahí tenemos el libro del fraile dominico Bartolomé de las Casas (1474-1566), titulado "Brevísima relación de la destrucción de África, preludio de la destrucción de Indias, primera defensa de los guanches y negros contra su esclavización", editado en Salamanca (Castilla) en 1989, denunciando tal crimen de lesa humanidad que jamás prescribe.

El estamento eclesiástico católico en Canarias tiene una ocasión de oro para redimir su culpa y responsabilidad por las atrocidades cometidas contra nuestro pueblo isleño, no obstaculizando el proceso emancipador que se avecina para 2010, o bien incluso llegando a colaborar activamente en el mismo.

En cualquier caso, nosotros los canarios seguiremos pidiendo a la Diosa Madre Chaxiraxi que nos guíe, ampare y proteja para acertar plenamente en el justo y legítimo proceso de descolonización y soberanía en el cual estamos inmersos.

N.A.: por expreso deseo del autor de este artículo, la letrita ñ de espanoles, espanola, ha sido eliminada en un acto de rebeldía lingüística contra ese estado colonizador, que igualmente elimina el derecho del pueblo canario a su independencia y descolonización.

* Secretario General del Movimiento

Patriótico Canario (MP)