José Manuel Bermúdez no oculta su satisfacción con el Carnaval chicharrero que concluyó ayer, pero atribuye el mérito a la "novelería" del pueblo chicharrero, que le gusta vivir los acontecimientos en primera persona, una forma de ser que hace que nadie lo puede copiar. Por eso se trajo a Juan Luis Guerra, "una estrella internacional a la altura de nuestro Carnaval".

¿Qué sensaciones deja el Carnaval?

Las sensaciones son fantásticas. Después del Sábado de Piñata, este Carnaval pasará a formar parte de la historia por el número de personas que han abarrotado las calles tanto de noche como de día y por el récord histórico que supuso el concierto de Juan Luis Guerra, que nos ha dejado el mejor sabor de boca.

¿El concierto de Juan Luis Guerra se hizo para batir un récord o para ganar la calle?

Se hizo para demostrar que el Carnaval de Santa Cruz sigue brillando a nivel internacional. Nuestra intención no era batir un récord porque si no, hubiéramos traído al notario correspondiente. Nuestro objetivo era que nuestra gente disfrutara con un cantante a la altura de nuestro Carnaval, y por eso trajimos a Juan Luis Guerra que está a la máxima altura musical y de nuestro Carnaval.

¿El concierto de Juan Luis Guerra justifica que hay que gastar dinero para traer al Carnaval artistas internacionales?

El éxito está en combinar nuestro Carnaval: nuestras orquestas y el talento de Canarias con estrellas de la música nacional o internacional que quieran cantar en Santa Cruz de Tenerife. El concierto de Juan Luis Guerra fue el primero que ofrece de forma gratuita en su carrera musical, por lo tanto era un acontecimiento internacional, y lo hacía en un Carnaval. Somos muy noveleros y nos gusta participar de las grandes cosas; no queremos quedar viéndolas sino participar. Por eso el sábado se colapsó Santa Cruz, estaba concentrada en el Carnaval.

¿Imaginó el éxito que iba a tener el concierto?

Sabía que iba a ser un éxito, sabía que iba a haber mucha gente pero no pensábamos que incluso iban a colapsar todo el cuadrilátero.

¿Se le vino al recuerdo 1987?

Por supuesto, porque también lo viví en la calle como muchos chicharreros. Era otra ciudad diferente, con otros espacios que antes no existían y que se han ganado, como el túnel de la Vía Litoral, o la vía de servicio del puerto. Esto es el prolegómeno de una fiesta que se va a vivir no sólo en Méndez Núñez, como ocurre hoy, sino que volverá a la parte baja, a la zona puerto-ciudad. Ahí todavía quedan cosas por pasar que tienen que ver con el Carnaval.

¿Para cuándo el muelle de Carnaval?

Eso depende de la Autoridad Portuaria. Todo lo que tenía que hacer la ciudad y otras administraciones va a quedar terminado este verano; ayer estaba la obra y no se pudo abrir esa zona: casi 30.000 metros cuadrados que se van a incorporar a un Carnaval. Esa zona tiene un gran futuro que habrá que meditar, proponer y organizar bien; está llamada a ser el corazón del Carnaval.

¿El problema del sonido del viernes de Cabalgata y Sábado de Carnaval fue para evitar que la fiesta se mantenga en El Orche?

No, en absoluto. Hay una sentencia y un acuerdo de medidas correctoras que se elaboró antes de que fuera alcalde y que se han ido llevando a cabo de forma progresiva. Hay una parte de los vecinos que se están organizando y son muy beligerantes con este tema. Nosotros hemos de intentar el sentido común para que la esencia de la música en la calle no se pierda, con unas medidas correctoras razonables. Vamos a defender que el Carnaval continúe escuchándose como en los últimos años, sin problemas. El primer o segundo día hubo una serie de factores que confluyeron e hicieron que se notara que había menos sonido, pero se corrigieron en la reunión que tuve el lunes por la noche y no hubo ningún problema.

¿El Carnaval de la calle ha ganado al de concursos y gala?

El Carnaval de la calle siempre ha ganado al de los concursos y la gala; no es nada nuevo. La noche del Sábado de Piñata demostró que la calle es nuestro fuerte, que somos un Carnaval único, un Carnaval de dimensión internacional con algo que nadie nos podrá copiar nunca: 400.000 personas disfrutando en la calle. Eso no se puede copiar, se tiene que vivir y es un sentimiento de la gente. Nuestra gente y su forma de vivir el Carnaval es lo que lo hace grande, diferente, seguro y especial.

¿Algo que mejorar para 2020?

Seguramente mucho. Hay que sentarse y hacer un balance crítico. No podemos quedarnos solo con el regusto del triunfo, sino hay que ser autocríticos.

¿Da juego el nuevo motivo?

Dará juego.

¿Habrá que retocar el formato del concurso de murgas?

Habrá que consultarlo con las murgas; este año terminamos bastante tarde. Habrá que sentarse con ellos, pero será lo que la mayoría diga, siempre buscamos consenso con los grupos.

Hay elecciones en mayo, pero... ¿mantendrá a Gladis de León al frente de Fiestas?

Puede ser lo que ella quiera ser. Primero hay que presentarse a unas elecciones, hay que ganarlas, formar gobierno... Ha sido una extraordinaria concejala de Fiestas, es muy pasional y se entrega... La mano femenina también se ha notado en estos cuatro años. Gladys y nuestro equipo de Fiestas han hecho un gran trabajo en estos cuatro años.

¿Renovaría a Enrique Camacho al frente de la gala?

Quiero ser respetuoso y acabar el mandato y lo que digan las elecciones. Ha sido un gran director y por eso le hemos mantenido estos cuatro años. Siempre hemos tenido una gran confianza en él.