El nombre de Felipe Campos, abogado que puso en jaque el Carnaval por llevar la fiesta a los tribunales para garantizar el derecho al descanso de los vecinos, volvió al recuerdo de muchos el pasado viernes, al término de la Cabalgata, cuando acudieron a la zona de El Orche. Ese día, en el primer baile, descubrieron que la música solo se escuchaba en el interior del bar del que toma nombre la zona y en donde, dentro, solo caben una treintena de personas a lo sumo. Fuera, tres quioscos en los que ni se oía la música, lo que hizo pensar a los allí presentes que tal vez se trataba de un problema con el suministro de luz, al ser el primer día de la fiesta; pero había luz. Era un problema de sonido. En busca del ambiente de las noches de Carnaval, El Coral, en Méndez Núñez, huérfana también de música en el exterior. Tan solo en los aledaño del Platillo Volante se podía disfrutar algo de jolgorio, aunque muy aminorado en volumen respecto a otras ediciones. Eso llevó a que esta zona, entre Plantillo Volante y Doña Papaya se masificara el viernes. La percepción se había generalizado: el Carnaval comenzó el Viernes de Cabalgata con sordina en la zona de El Orche.

El segundo día, Sábado de Carnaval -la primera de las tres grandes noches, junto a las del Lunes y el Sábado de Piñata-, los amantes de este enclave volvieron a su "cuartel general". El volumen había mejorado respecto al viernes, lo cual no era tampoco difícil, porque entonces no se escuchaba. Con un sonido bajo en los tres quioscos, un "carricoche" que se colocó en la esquina con la calle 25 de julio hizo que se los carnavaleros se congregaran a su alrededor en busca de música, mientras unos testigos afirman que la Policía actuó en alguna carroza o bar de la zona, a los que le pidió la documentación y bajar la música. "Bares de tránsito", como los de la calle de El Pilar, frente al antiguo El Corte Inglés, estaban mudos, como El Derbi, otro referentes, entre otros.

Fiestas explicó que el problema de la zona de El Orche se debe a la mala orientación del equipo de sonido. "No es normal que la música se escuche más en Pérez de Rozas que allí mismo". Con datos técnicos, desde la organización se precisó que el sonido está limitado a 96 decibelios en El Orche, al igual que otros años, mientras que la música en los escenarios al aire libre está limitada en 105. Solo el área de Medio Ambiente ha establecido medidas correctoras en calles muy estrechas como El Callejón del Combate y las vías de similares características, que limitan el sonido a 86 decibelios y ha sido especialmente sensible al controlar el sonido en con carrozas y "carricoches".

El alcalde ha convocado de urgencia para hoy a las 9 de la mañana a los concejales de Medio Ambiente, Carlos Correa, y de Fiestas, Gladis de León, para revisar el decreto que se elaboró basándose en un informe técnico de Medio Ambiente sobre las medidas a aplicar en los bailes en la calle y que ha despertado la indignación popular, al considerar que son muy restrictivas.