El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife vive la primera edición de puertas abiertas de la Casa de Interpretación de la Fiestas, un inmueble que abrió en el segundo semestre del año pasado y que tiene su sede en la vera del barranco de Santos. Tanto el visitante como el vecino descubre al conocer en directo la fiesta de la máscara que tanta originalidad y entrega de decenas de miles de personas es imposible exponer en un maniquí. Pero el objetivo de la Casa del Carnaval, explica el concejal responsable de la Sociedad de Desarrollo de la capital, Alfonso Cabello, es precisamente "sembrar" la semilla de la curiosidad para cautivar el interés de quien llega a Santa Cruz en mayo, agosto u octubre, y se enamora con la muestra carnavalera de la Casa que está cerca de La Noria y los aparcamientos de la calle Ramón y Cajal.

Desde el pasado 1 de enero, la Casa del Carnaval está bajo la tutela de la Sociedad de Desarrollo, que aprovecha estos días la temporada alta en la que se encuentra el inmueble, y que incluso ha sorprendido a sus gestores, pues con la fiesta en la calle, pocos imaginaron que fuera tan demandada su visita. Desde julio a diciembre, la Casa recibió 10.527 visitantes; solo en un mes y medio ya se ha recibido una cuarta parte de los datos referidos al último semestre del año pasado, lo que da muestra de la aceptación.

Con la Sociedad de Desarrollo, la Casa del Carnaval ha pasado ha tener una para el bus turístico, se han "roto las barreras" y se ha apostado para que todas las personas puedan disfrutar de la oferta lúdica e histórica que atesora. Casi como un dato "nostálgico", la plaza del traje de la reina del Carnaval, uno de los lugares más visitados, permaneció vacante días atrás, cuando la fantasía se utilizó para uno de los efectos sorpresas de la gala que con tanto éxito dirigió Enrique Camacho.

Precisamente ayer, Laura Lourido, la soberana del Carnaval, fue recibida por el concejal de la Sociedad de Desarrollo para felicitarla y mostrarle el lugar durante se expondrá su traje los próximos 365 días. El equipo técnico, con expertos en historia y museística como Nur Bilbao, trabajan a velocidad de crucero para ampliar la oferta histórica, y también para preparar la nueva muestra del Carnaval. Y es que, una vez finalice el próximo Domingo de Piñata el Carnaval de la calle, Santa Cruz de Tenerife no despide a don Carnal, solo lo trasladará hasta su Casa, en la vera del barranco, para preparar la exposición en la sala noble de la galería de disfraces premiados. La oferta se completará en breve con una cafetería con menú carnavalero que, junto a la apuesta audiovisual, convertirá a este enclave en un lugar de obligada visita para entender la ciudad.