Mamelucos se alzó poco después de las 3:45 horas de esta madrugada con los primeros de Interpretación y de Presentación, con lo que lograron el cuarto doblete de su historia (1991, 1992, 2016 y anoche). Su actuación fue una obra de arte, con la complicidad de Nietos de Sary Mánchez. El segundo fue para Zeta-Zetas, que hizo un digno papel en año en el que Mamelucos sentó cátedra. Ni Pico vuelve al pódium, en un año de espectacular mejoría. El accésit de Interpretación era una tómbola, y le tocó a Diablos. El premio a la mejor Percusión, para Triquikonas; al mejor director, a Javi Lemus (Zeta-Zetas), y el Tom Carby (de Diablos), a Jocikudos.

Poco antes de las ocho y media, en el momento en el que iba a comenzar la gran final, entraron los miembros del jurado al recinto ferial y, tras una pequeña pitada inicial, el público, en pie, comenzó a cantar el pasacalle de Bambones, la novena clasificada y que por primera vez en la historia no estuvo en una final. Luego, en otro momento, uno de los rostros conocidos de esta murga llegó a la grada y, de nuevo, el público en pie interpretó su pasacalles.

Luego vendría la actuación de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fa, que volvió a recuperar a su director de otros años, Cándido Acuña, tal vez por eso un poco nerviosos. Ya en su presentación recordaban a la Fufa de antes. Luego, Acuña tomó la palabra, que casi duró más que el pasacalle, para dar paso al primer tema, un recado al canarión, buscando el pareado. De segundo, una adivinanza, donde cobraba seguridad la murga, con el montaje musical de José "Grillo". Poco a poco fueron describiendo a diferentes personajes, y el público debía averiguar a quién mencionaban. Después llegó uno de los momentos más entrañables, cuando el director pidió la presencia de una pequeña representación de las cuatro murgas infantiles ausentes en esta edición: Bambas, Paralepípedos, Tiquis-Miquis y Pita-Pitos, lo que despertó el aplauso. Primeros acordes del Cubanito y el público se hizo murga con la Fufa. Poco importaba si esta Afilarmónica no se parecía en nada a la que Jose El Flaco dirigió los últimos cuatro años, porque con el guiño a la cantera establecieron la complicidad con los asistentes, con ganas de fiesta. Pero antes de la despedida, nueva alocución del director, y más larga que las canciones. La Fufa dio la murga en la gran final.

1.- Triqui-Traques (1968).- De la Fufa a otra murga que en sus dos temas de repertorio parecían también de hace 50 años. Pero antes de arrancar su actuación, Alexis Hernández tuvo que presentar a los miembros del jurado, y se armó. Pitada monumental del público y algunos de los miembros del tribunal se vinieron arriba, se levantaron y le respondieron a su vez aplaudiendo. Tardaron más en esto que Alexis en leer a velocidad de vértigo el listado, difuminado entre el sonoro abucheo.

Triqui arrancó con una presentación que tembló en voces. Dedicada a los 50 años que en esta edición, por segunda vez, afirman estar celebrando. La primera, según la familia de la fundadora, fue el año pasado.

La presentación, para olvidar. De ahí, a la especialidad de la casa, su pasacalles. Sería de premio de haberlo cantado también como primer y segundo tema. Su nuevo director, José Otero, tiró de la murga y estableció un halo de magia con el público con el montaje de Zeben Padilla.

Lástima que tuvieron que comenzar a cantar su repertorio. El primero, una autocrítica con el aval de sus 50 años. Dijeron que los temas de antes duraban 3 minutos, ahora ni se tocan las trompetas y una ristra de reproches... pero su letra se hizo una eternidad. Lo peor, que un tema, con viaje incluido a las murgas de Tenerife, lo haya podido escribir Joni Alonso (Melindrosos), de Las Palmas.

Siguieron con "Ocho apellidos canariones". por aquello tal vez de recordar cómo era el humor que se hacía antaño. Los Triqui se van de verbena, se encuentran con una manifestación, conocen a una chica que es de Las Palmas y que luego parece ser chico, y acaban de verbena con un desorden sobre el escenario. Su premio, pasar a la final para desconsuelo de quien lo estaba viendo por la tele.

De nuevo, lo mejor, su despedida. Son mucho más. Sin que se ofenda la Ni Fú-Ni Fá, parecía su segunda parte al inicio de la final.

2.- Trapaseros (1991).-Regresaron a la final, después de un año sabático. La presentación de los "monjes" del norte parecía denotar que la ensayaron con voto de silencio. Menos mal que llegó su pasacalles. Era cuestión de saber si estos Trapaseros eran los de 2012, cuando mojaron el segundo premio con el Militar, en el Heliodoro Rodríguez López.

Pero cantaron. El primer tema, sin ingenio, sobre un genio. "Eugenio" era de Taco y ofrecía dar un deseo a quien se lo pidiera: CC quiso que quisieran a Clavijo; o la UD, jugar bien... Incrustaron un guiño al Teletransporte de ZZ (2017), y sacaron al negro del Whatsapp. Con el genio en vías de extinción, hablaron sobre la pena de los jóvenes que se van a estudiar, las condenas a Plasencia... y entre deseos y pesadillas... se olvidaron de pedir tener una buena actuación, máxime cuando se escuchó alguna referencia a las músicas de Bambones, con los jeques.

E hicieron el más difícil todavía en su segundo, de "Zombies", tal vez por eso el primer tema, para preparar al público, que había perdido el hilo. El segundo era un "deja vu". El tercer capítulo. Las Posesas de Triqui (2005), Miércoles de Triquikonas (2017) y anoche, los "zombies" de Triqui-Traques. Perdón, de Trapaseros, que en su segundo tema se disfrazaron de Triqui. Los de antes. Se perdió el Norte. Lo mejor, pasacalles y despedida.

3.- Zeta-Zetas (2003).- Con ellos comenzó el espectáculo. Simplemente trepidantes, enamoraron y acabaron regalando al público una "master class de murgas" en un espectáculo con duelo de titanes, a priori.

Besay Pérez abrió con una presentación mágica, donde recuperó el color de su voz. Fue el primer paso para acercar la magia al escenario. Luego vendría el pasacalle. Tomó la palabra Brito, más crítico en su intervención que los Zeta-Zetas en su canción. Maneja a la perfección el humor.

Primer tema. "La radiografía". Curiosamente, a la murga 3D le sobró la tecnología. Apagaron luces y acabaron convertidos en esqueletos, aunque desde lejos se veía como una bola blanca donde no se definía el cuerpo. La canción fue interpretada con luz tenue para garantizar el efecto, pero lo que consiguió no fue que entrara por los ojos, sino que se pusiera en valor la letra. El tema gana enteros cuando van a sacarse una radiografía y comienzan a hacer los movimientos para colocarse. Luego, juegan al "veo veo" de los huesos. El radio lo identifican con la radio; ¿un hueso de la cabeza?, los cuernos. Y comenzó a palpitar su corazón en un brindis por la solidaridad y la igualdad con declaración de amor. Zeta-Zetas enamoraron. Infinitamente mejor que el tema de los animales, el primero de la final de 2017. Y entonces ganaron.

De ahí, al segundo. Hasta entonces había sido mucho mejor la letra que la técnica. "El enterado de murgas" se montó una especie de diálogo con la murga en el que, dividida en dos, hablaban los enterados con los murgueros. Los enterados defendían la esencia; la murga, la evolución. Ahí, hicieron una retahíla con sus temas innovadores (Monigote, Pecera, Espejo). El tema se vino arriba con un homenaje a las murgas que han hecho historia, y hasta el Flaco de Singuangos subió en una antología murguera que incluyó referencias a la Posesa de Triquis, o la Escuelita Murguera de Bambones. Ya previamente le habían rendido homenaje con la selección musical que cantaron. Y de broche, un holograma. Marcaron la diferencia pero, en realidad, Zeta-Zetas selló una actuación mágica donde los efectos especiales anoche la estorbaron, salvo el lujo de ver de nuevo a Enrique González en el recinto ferial. En su estilo, los mejores.

4.- Triquikonas (2005).- Zeta-Zetas dejaron muy caliente el recinto ferial, y no aprovecharon el tirón Triquikonas. Nada más ponerse sobre el escenario, parecieron ser las "Primikonas", pues echaron mano del pasacalle de Bambones para rendirle un tributo a los de El Cardonal. Alguien se preguntó: "¿Sería posible que ganaran anoche los Bambones sin subir a la final?".

En el primer tema, "La televisión", hicieron un repaso por las noticias que se emiten en diferentes canales, desde la crítica a las listas de espera; o el tono folclórico de la Televisión Canaria; los Deportes con Cuatro... El tema avanzaba y se atorrollaba. La crítica no es la especialidad de la casa triquikona.

Siguieron con "Eva". Y volvieron al principio de la creación y se olvidaron de la magia de "Raquel", estilo que impusieron en la fase. Esta "Eva" se había separado de Adán. A partir de ahí, parecieron pasar del "Génesis", donde se lee la creación, a las tablas de la ley, de Moisés, en el Éxodo. El tema se desmembraba y no había magia. Al final acabaron en un intento de buscar humor por decir que no competían con Diablos, porque ellos también se desnudaban. Golpe, la moda de otoño con una hoja. Pero no conectaron y fueron la sombra de su actuación en la fase.

5.- Diablos Locos (1971).- Cigarrito, y contar hasta 1.258 antes de escribir estas líneas. La exquisita presentación dedicada al príncipe de Egipto la dejaron en la fase, en un cambio de chip que justificaba por qué desde septiembre mantienen el hashtag "MásSeriosQueNunca". Pero Diablos son trónicos, un espíritu de desorden, alegría, espectáculo, fiesta. Único y exclusivo, como en la Capoeira o la Fasnia Dónde Estás. Pero este año Maxi Carvajal, su director, mandó a parar e innovó un nuevo estilo: letras ácidas, al menos en la última estrofa del primer tema.

Pasacalles impresionante. Con el recinto puesto en pie. Grandes los trónicos. Salieron en el primer tema sin maquillaje y con esmoquin, hasta que se metieron en la cama en el segundo. En "A cara descubierta", como si el escenario fuera un duelo, se despacharon a gusto, desde la crítica, más serios que nunca, para en plan pasodoble desgranar una especie de chío chío con una exquisita selección musical. Primer viaje a CC, a la que llamaron Coalición Mamona; luego rompieron una lanza por los abuelos abandonados y que con sus pensiones mantienen a sus hijos, para seguir contra Miguel Ángel Ramírez y lo mal que trata a sus trabajadores, y cargar contra el Cabildo indecente. Pero, como dijo Maxi, el motivo de esta canción eran 450.000 razones (tantas como euros se van a gastar en arreglarse su casa), pues pusieron en el centro de la crítica a quien suscribe estas líneas y le dijeron que si quieren, no arreglen el local, que si pasa algo, el responsable sería el mismo que tituló de forma "sensacionalista": "Destinan 450.000 euros a la mejora del local de Diablos Locos". Poco importaba el espíritu trónico si saldaba cuentas.

Segunda canción. Desde la crítica, se tenían que rearmar. Un tema de "Escenas de matrimonio", en el que reprodujeron situaciones de lo que les pasa a las parejas jóvenes, cuarentonas y mayores. Un intento por hacer reír. El mayor mérito, que Diablos es una piña con Maxi. Por momentos pareció chabacano el tema. Y se despidieron con su banda sonora, que contagia Carnaval.

6.- Mamelucos (1981).- Mamelucos tenían que haber sido descalificados por ser unos "abusadores". Cuadraron una actuación memorable. Mágica, letras, espectáculo... Una demostración de por qué corre en las venas de los aficionados el amor a este género. Hicieron anoche historia por ser la primera vez que convierten en realidad el sueño de compartir las dos mejores murgas de Canarias, Mamelucos y Nietos de Sary Mánchez, la mejor final.

Manolo Peña apostó hace cinco años por Xerach Casanova y Airam Bazzocchi y sabía que tenía oro en sus manos, solo le faltaba depositar en ellos el Porsche que es la murga adulta.

Pusieron un pie en el escenario y marcaron la samba del Carnaval con los Papagayos de Javier Torres Francis, y de ahí, al pasacalle, el opio del pueblo. Poco a poco dejaron en el olvido la actuación de Diablos que enfrió el recinto.

Pero Mamelucos fueron mágicos y únicos. En el primer tema, con letras de oro de Airam Bazzocchi, cantaron en primera persona una crítica social, al tema de los trasplantes de riñón y la situación de la sanidad, la homofobia... temas ásperos pero reales que salpicaron con examen de conciencia al admitir que ellos también pagan y que en las murgas se paga por las letras. Se cobra en todos lados, admitieron. Pero cantado por ellos solo faltaba que pasaran el gorro y el público les hubiera ayudado a pagar las letras de ingenio de Bazzocchi.

Letra y luego, en el segundo, rompieron el cielo y se fueron a "volal" -que diría el Tuto-. El mejor homenaje fue sonar como una bomba. Una legión sobre el escenario, Mamelucos "versus" Nietos de Sary Mánchez. Unos y otros se lanzaron reproches: fue genial cuando Mamelucos recordaron que Mengíbar les escribió el año pasado a Los Nietos; golpazo cuando dicen que en todos sitios hay emisarios, aquí cagas en Icod y te llega en Moya. Predicaron con una Canarias murguera cuando Nietos acabó cantando al Getafe en defensa del Tenerife. Simplemente fueron exquisitos. Únicos. Mamelucos y Nietos habían tocado el cielo, el público acababa de asistir a una actuación única en décadas. Para consuelo de Nietos, bien se podría titular que "Nietos ganan en Tenerife". Mamelucos se podría enfrentar a conseguir otro doble, el segundo del tándem Xerach Casanova-Airam Bazzocchi, que ya lograron en 2016 y en 2017 segundo de Interpretación y primero de Presentación. Quedaban dos actuaciones, pero Mamelucos había sido magistral. Y si no ganaban, daría lo mismo porque anoche participaron fuera de concurso. No había color. Mamelucos adelantó la gala y ellos ya eran en ese momento los reyes del Carnaval 2018. Faltaba oír al jurado. Pero, si admiten la propuesta, les podrían dar los tres primeros... no el doblete de Interpretación y Presentación, sino los tres de Interpretación, primero, segundo y tercero.

7.- Burlonas (2000).- Las chicas de Adela Peña arrancaron su tema de concurso con una poesía en forma de canción para rendir homenaje a los cronistas del Carnaval. De ahí, a su pasacalle en busca de cautivar a un público que había quedado en éxtasis.

El primero, "Crema catalana", una letra bastante más comercial cuando se anunciaba que versaba sobre el artículo 155. La primera parte se centró en el conflicto político catalán, pero luego el letrista Daniel García le dio la vuelta y propuso aplicar el artículo 155 en situaciones más cercanas. Al final resultó ser un pasodoble que fue de menos a más.

Su segunda canción, "Los libros", iba en consonancia con la fantasía. Recriminaciones previas sobre la mala situación de la educación, para subir enteros cuando identifican los títulos de cuentos a Carlos Alonso. Por ejemplo, Bermúdez es Pinocho, o CC, los miserables. Antes de cerrar su tiempo de concurso, brindis con una perola, por la cultura. Sonaron bien, pero tomar el testigo a Mamelucos... Con argumentos para entrar entre las cuatro mejores. Entre otras cosas, porque de las siete que se habían visto hasta entonces, Mamelucos había tocado el cielo, y Zeta-Zetas tenía méritos de segundo. Quedaba Ni Pico.

8.- Ni Pico-Ni Corto (1973).- A los del barrio de El Toscal se les esperaba en la final por dos motivos: primero, por el excelente sabor de boca que dejaron en fase y segundo, porque más allá de los galácticos Mamelucos, parecía claro que Zeta-Zetas podría ser el justo segundo premio, pero quedaba libre la tercera plaza.

Los de Carlos Estévanez, con el montaje de Óscar Gómez y las letras de Nino Bello, fueron comerciales con un pasacalle que conectó desde el minuto uno con el público. Luego, dos temas, "Los vampiros" y "Los ladrones".

El primero, una mezcla de crítica y humor. Disfrazados de vampiros, comenzaron con un golpe de humor, al referirse al vampiro de Las Palmas, con capa rosa incluida. Van a más cuando dicen que son más viejos que Jordi Hurtado. Golpazo cuando le meten un rajazo al concejal de La Laguna Zeben González, antes de seguir con un homenaje a los grandes murgueros, en una de las pocas menciones que se incluyeron en este concurso a Alberto Marichal, el presidente fallecido de la infantil Chinchositos. Sonaron bien, pero no tenían la magia de la primera fase.

De segundo, "Los ladrones", un tema de crítica más pura, desde lo que cuesta hacer una obra, con chapuza incluida en un cuarto de baño, para decir que los políticos del PSOE acabarán en la cárcel, como están Norberto Plasencia, Miguel Zerolo, Víctor Reyes, Tomás Martín... por el caso de Las Teresitas. De nuevo, un giro con el robo que padecen con las cláusulas suelo y la ley mordaza. De cierre, justo el único punto negro, cuando finalizaron recordando que el año pasado los denunciaron y a punto estuvieron de poner en peligro su presencia. Ni Pico fue muy superior en fase, pero hicieron una digna actuación de final. Tal vez para un accésit. ¿Y el tercero? Y por qué no a Burlonas.

INTERPRETACIÓN

1.- MAMELUCOS

2.- ZETA-ZETAS

3.- NI PICO-NI CORTO

Ac. DIABLOS LOCOS

PRESENTACIÓN

1.- MAMELUCOS

2.- DIABLOS LOCOS

3.- LOS QUE SON SON

Ac. BURLONAS