El célebre Alfonso Esteban fue un precursor de los personajes del Carnaval y, en especial, porque desde 1968 a 1985 se caracterizó por ser el cartel viviente de la fiesta que abría los desfiles.

Ayer, no hubo un cartel viviente, sino un álbum viviente del poderío de ingenio que demuestran los 110 grupos oficiales del Carnaval, entre los que se encuentran 21 murgas adultas, otras tantas infantiles, diez agrupaciones musicales, así como comparsas y nueve rondallas (dos de ellas fuera de concurso)... Desde las cuatro de la tarde, un paseo por la avenida Marítima de la capital tinerfeña permitía disfrutar de la riqueza de la fiesta.

Ayer fue Martes de Carnaval y, como el domingo, no podían faltar dos citas ineludibles para los amantes de la fiesta: la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá y la agrupación lírica y con acompañamiento Los Fregolinos. Desde "El Cubanito" al "Amigos siempre Amigos" o el más puro "Santa Cruz en Carnaval" se interpretaron, a ritmo de kazoo o de instrumentos convencionales, en la plaza del Príncipe.

Los nostálgicos de la fiesta no encontraron ayer a Miguel Delgado "El Mundo", que disfruta desde fuera del Carnaval que él contribuyó a engrandecer. Se recuerdan aún sus espectaculares disfraces. Entre las ausencias, otra clásica de la plaza del Príncipe, quien desde el año pasado ya disfruta de la fiesta en otra dimensión: Miss Peggy, pero siempre se mantiene viva cuando continúa en el recuerdo.

La plaza del Príncipe estaba a reventar del público, que agasajó a la Fufa, a la espera de escuchar su "Cubanito" del Domingo de Piñata, y despidió a Los Fregolinos en su segunda actuación en la plaza del Príncipe en Carnaval. Grande y emocionante; solo ellos interpretan el himno de la fiesta con esa solera de una institución que nació en los años sesenta.

Y de la plaza del Príncipe, corriendo a reservar algunas de las 7.500 sillas que instaló la organización en la avenida Marítima, familiarmente conocida como avenida de Anaga.

Este año, cabe destacar la grada de 750 localidades que se vendió a los touroperadores en un paquete de 27 euros por plaza y que hizo las delicias de los visitantes que disfrutaron del Coso; es el más corto de los dos que celebra la ciudad -el otro es la Cabalgata anunciadora-, y duró más por el "caudal" de fantasía.

El Coso comenzó de forma trepidante, con una primera hora espectacular en la que la organización alternó a los grupos ganadores e hizo un excelente álbum viviente del Carnaval. Tal vez desentonó el desfile de las tres carrozas y los otros tantos coches engalanados ganadores de su concurso, que sirvieron de teloneros al desfile oficial que abrió la Fufa. Fue una hora trepidante, como la caída del ritmo de una segunda parte que vino marcada por la participación de las formaciones más infantiles, como los grupos coreográficos, y también la tercera edad, y ya, a partir de las seis y media de la tarde, dos horas y media después del inicio del Coso, volvió a ganar agilidad hasta casi las ocho. Detrás de la murga madre de Canarias, la Ni Fú-Ni Fá, el segundo premio de Interpretación, Bambones, y seguido las comparsas ganadoras, inundando de ritmo en esa primera hora las batucadas de Cariocas, Joroperos, Río Orinoco, Tropicana o Danzarines Canarios, entre las que se intercaló los primeros premios de murgas infantiles, como Castorcitos, Rebeldes o Distraídos.

Sin duda, un desfile millonario en ingenio, y en euros también.