El Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria, que desde 1998 lleva fuera de las fronteras españolas al Carnaval de esta ciudad, ha pasado de ser el producto del trabajo autodidacta de un picarón con ganas de hacer reír a una cuidada performance colectiva, cada año con tintes más andróginos.

Así lo creen uno de los precursores de la Gala de elección del Drag Queen de la capital grancanaria, el actual director artístico de las fiestas, Israel Reyes, y el primer y el último ganador de este exitoso concurso: Drag Heaven (1998) y Drag Séregon (2011), además de Crisalidrag, que ha logrado el título en 2006 y 2009.

Han pasado muchos años desde que este certamen sumara al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria la estética que popularizó la película "Priscilla, reina del desierto" (1994) y que los primeros drag de España comenzaban a mostrar en cafés, pub y restaurantes madrileños, como el "Gula-Gula".

La cita más descarada y divertida del Carnaval de la capital grancanaria ha sabido complementar la belleza y elegancia de su tradicional elección de la reina de las fiestas, con un festival de la transgresión que ha promocionado a Gran Canaria en ferias turísticas internacionales o la "Lace Ball" de Viena, el mayor baile benéfico del mundo en favor de la lucha contra el Sida, en el que han participado estrellas como Elton John o Beyoncé.

Israel Reyes, en 1998 ayudante del por entonces director artístico del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, Anatol Yanoswky, quien "puso en pie" ese año la primera gala de elección del drag queen de las fiestas, ha explicado que los orígenes de este espectáculo no se encuentran, como creen muchos, en la "Travest Carnatival" que protagonizaban hombres travestidos de "reinas" en el sur de la isla.

Aunque uno de sus iconos fue "Priscilla", Carlos Menéndez o "Drag Heaven", el primer ganador de este gala, admite "que no sabía lo que era un drag" cuando llegó a ella, animado por un grupo de amigos, que le llamaban "drag queen" cuando veían los disfraces que él mismo se confeccionaba para lucir en Carnaval.

Menéndez, que entonces trabajaba como peluquero, profesión que ha cambiado por la de maquillador profesional "autodidacta", ha recordado, en una entrevista con Efe, cómo creó la fantasía con la que ganó en 1998, "Metamorfósis Cibernética", con materiales reciclados, como los CD que cubrían parte de su cuerpo, los tapones de laca con los que adornó su casco, del que salían dos cuernos de un metro de largo, o el caramelo recubierto de purpurina que uso a modo de micrófono.

Sus primeras plataformas, que le llegaron sólo una semana antes del certamen, le costaron "65.000 pesetas" y eran menos sofisticadas que las espectaculares alzas sin tacón, de 53 centímetros de alto, que puso de moda al año siguiente.

El primer drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria cree que su número destacó del resto porque representó a un "ciberdrag" que mostró un torso masculino desnudo y una estética futurista inspirada en Marilyn Manson, además de un "playback" con música muy "cañera", lo que se tradujo en una puesta en escena que causó un "escándalo" entre el público por diferenciarse de otros drag "más femeninos".

Una simbología similar, aunque más siniestra, fue la que rescató, trece años después, Drag Séregon o Juan Miguel Sosa, lo que le sirvió para ganar la gala de 2011, según ha rememorado en una entrevista con Efe.

Las profundas pupilas que dibujaban las lentes que ocultaban sus ojos, las lágrimas de cristal que caían de ellos, su barba blanca, un espectacular maquillaje y un atuendo inicial de considerables dimensiones, fueron los ingredientes con los que este bailarín asombró a todos sobre el escenario al ritmo de temas musicales como el "I Like to Move It", de Real 2 Real, o "Viciosa", de Hinojosa&Zambrano, con los que mostró lo mucho que "le gusta provocar y ser el centro de atención".

Séregon entrega el viernes el premio al nuevo Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, en la gala con la que pondrá fin a un año de "reinado" en el que ha promocionado estas fiestas y a Gran Canaria en Viena, Londres, Tailandia, Venecia, además de en pasarelas de moda, de la mano del diseñador Antonio Alvarado.

Además de Drag Heaven y Drag Séregon, que representan el pasado y el presente de este concurso, ha sido destacada la aportación de Juanjo Tejera o "Crisalidrag", que ganó este certamen en 2006 y 2009, y que hoy, a sus 43 años, sigue viviendo el Carnaval, tanto desde su faceta de maquillador profesional, como la de fiel amante de la fiesta.

Este licenciado en Bellas Artes, cree que ser un drag queen representa "la mejor exposición que un artista puede tener", de ahí que sus actuaciones se centren en el personaje que él mismo idea y confecciona.

En 2009, "Crisalidrag" emocionó al culminar su número "de rebeldía", que tituló "Soy como soy", bajándose de sus plataformas para mirar de frente al público y agradecerle que se volcará con él, en la primera edición donde se pudo votar por teléfono.

Juanjo Tejera cree que frente al trabajo artesanal y el humor que derrochaban antaño los drags, esta gala, donde ya no se puede usar ni fuego ni animales, "roza ya al Circo del Sol", dado su perfeccionamiento y sus puestas en escena, en las que a veces cuesta identificarlo por la cantidad de bailarines que le acompañan.

"Heaven", "Séregon", "Crisalidrag" e Israel Reyes coinciden en que para ser un drag sólo hay que tener ilusión, desparpajo y ganas de divertir, de ahí que algunos, como Carlos Menéndez, opinen que en esta gala, además de al ganador, se debe premiar al drag más cómico "para que no desaparezcan".

Lo cierto es que con su transgresión, talento, fantasía y ganas de divertir, los Drag Queen, que antes cantaban por Rafaela Carrá y Mónica Naranjo y ahora por Lady Gaga o Katy Perry, han propiciado que el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de su salto internacional.