El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, se mostró hoy convencido de que su imputación en el caso grúas quedará en nada y acusó a la oposición de utilizarlo en clave electoralista, mientras que Podemos y PSOE, con distinto énfasis y por distinto motivo, han pedido su renuncia.

Clavijo compareció a petición propia y de cuatro grupos políticos en el pleno del Parlamento tras ser citado para declarar el próximo viernes como investigado por presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos en el caso Grúas, por su actuación como alcalde de La Laguna.

La juez investiga la concesión de un crédito municipal de 120.000 euros en 2014 para rescatar a la empresa que gestionaba el servicio de recogida de vehículos de la ciudad en contra del criterio del interventor, cuyo reparo fue levantado por Clavijo.

El presidente defendió ante el pleno que se trató de "un expediente de éxito de los funcionarios del Ayuntamiento", lo que permitió la continuidad del servicio municipal de grúas ante las dificultades económicas de la empresa concesionaria.

También subrayó que actuó en todo momento con el apoyo del PSOE, que era su socio en el gobierno municipal.

"Estoy convencido de que la justicia pondrá a cada uno en su sitio, espero que cuando eso ocurra algunos tengan la decencia personal de pedir disculpas no a mí, sino a los funcionarios", dijo el presidente.

También recalcó que "la linea roja" en su partido para renunciar sería que se haya beneficiado a sus familiares o a su partido, "y ninguno de estos casos se da en estas circunstancias".

La portavoz de Podemos, Noemí Santana, fue la más contundente contra Clavijo y señaló que, ante su negativa a dimitir o a presentar una cuestión de confianza, es el Parlamento el que por "dignidad democrática" debería presentar una moción de censura, si bien su grupo no tiene los votos necesarios para promoverla y ningún otro grupo se mostró dispuesto a ello.

"Usted juega con lo que es de todos y elude su responsabilidad", dijo Santana, quien instó a Clavijo a que "juegue con su dinero o con el de sus amigos, pero fuera de las instituciones, dejen el dinero público en paz".

La portavoz del PSOE, Dolores Corujo, renunció a pedir la dimisión de Clavijo por su imputación ni habló de moción de censura, porque "la línea roja" a partir de la que su partido pide responsabilidades es la apertura de juicio oral, no la llamada a declarar como investigado.

No obstante, Corujo sí reclamó a Clavijo que dimita por haber puesto en duda con "temeridad" sus acusaciones de parcialidad contra la fiscalía y por las dudas que ha extendido sobre la imparcialidad e independencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias en su empeño de que asumiera el caso cuando había dejado de ser aforado tras la aprobación del Estatuto de Autonomía.

El portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, sostuvo que Clavijo es el único presidente canario que ha sido investigado por delitos vinculados a la corrupción política y eso daña a la institución que representa.

Clavijo es quien debe tomar decisiones sobre eso, "en circunstancias similares otros se han marchado", dijo Román Rodríguez, quien pidió al presidente que sitúe los intereses de Canarias por encima de los suyos personales y los de su formación política.

La portavoz del PP, Australia Navarro, anunció que su partido no busca ninguna condena social ni política contra Clavijo, porque defiende la separación de poderes y la presunción de inocencia, pero explicó que si su condición de investigado se mantiene tras las elecciones, los populares sí se plantearían pedir responsabilidades.

Casimiro Curbelo, de ASG, pidió "esperar respetuosamente" al procedimiento judicial" y acusó a la oposición de "judicializar la política" y de utilizar este asunto como un acto de la campaña electoral.

El portavoz de CC, José Miguel Ruano, también defendió "dejar que la justicia actúe" y se mostró convencido de que "la honradez de Fernando Clavijo quedará más que demostrada".