El portavoz parlamentario de Nueva Canarias, Román Rodríguez, insistió ayer, durante su intervención en la segunda jornada del Debate sobre el Estado de la Nacionalidad, en un argumento que ya ha empleado otras veces ante la Cámara: la de que todo lo que va bien en el Archipiélago no depende del Gobierno -la reforma del Estatuto y el REF o las medidas arrancadas por su grupo al Estado- y todo lo que marcha mal responde a la gestión del Ejecutivo -pobreza, paro o deficientes servicios públicos...-.

En una exposición centrada, sobre todo, en la "desgarradora y dramática" realidad de la pobreza, Rodríguez aseguró que el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, es, "sin duda", el "más de derechas" de la democracia. Esta supuesta afiliación ideológica la extendió el líder de NC a otros dirigentes de Coalición Canaria, como Rosa Dávila, Carlos Alonso y Ana Oramas. "Me consta que a alguno le hubiera gustado en [la manifestación de] Colón", señaló.

Según el presidente de Nueva Canarias, el Ejecutivo que preside Clavijo "no ha hecho nada" para reducir los niveles de pobreza y evitar que la renta media de los canarios -pese a crecer- se aleje de la media nacional. "Esta sociedad se empobrece, retrocede, pero eso no está en su agenda. ¿Dónde está el plan contra la pobreza? ¿Dónde están los recursos?".

NC entiende que el hecho de que el Gobierno "maneje más recursos que nadie y que nunca" debería repercutir en que Canarias tuviera "los mejores servicios públicos". Sin embargo, lamentó Rodríguez, las Islas salen perdiendo en la comparación con otras comunidades autónomas.

A juicio del presidente de NC, el Gobierno -compuesto por "aficionados"- apuesta por "un modelo de desarrollo insostenible", elude la "obligación moral y ahora legal" de aplicar una renta de ciudadanía y "no tiene proyecto ni en lo económico, ni en lo social".

Por su parte, Fernando Clavijo recriminó a Rodríguez su "mitin populista, pero de la mala política" y lo acusó de "perder su identidad" al "subirse el carro de PSOE y Podemos", con quienes planea formar un "tripartito". "Qué rápido pierde la pátina nacionalista y bebe los vientos por el populismo", le dijo el presidente.