La comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias aprobó ayer, por unanimidad, la primera ley de Calidad Agroalimentaria del Archipiélago, si bien se rechazaron las 4 enmiendas de Podemos y 2 del PSOE que, seguramente, llegarán vivas al pleno que le dé luz verde definitiva a una norma presentada como clave para los productores, comercializadores, distribuidores y consumidores de productos isleños. Entre otros motivos, esa relevancia pasa por las garantías que, desde ahora, habrá en aquellas producciones artesanas o exhibidas como del país en las etiquetas, lo que incrementa la seguridad de que, en realidad, se está adquiriendo algo hecho en Canarias y con el proceso detallado.

Justamente sobre estas denominaciones presentó Concepción Monzón (Podemos) una enmienda al artículo 18 para depurar más el lenguaje y, por ejemplo, que se pueda usar la expresión conjunta de producto artesano del país. Aunque CC, PP y ASG rechazaron la iniciativa, es probable que se aborde antes del pleno y pueda introducirse el cambio.

Los partidos coinciden en que se necesitaba un marco regulador que permita al productor, la parte más débil de la cadena, sacar más rendimiento a su calidad frente a la estandarización de la producción exterior a gran escala.

Monzón, que ha reducido sus 59 enmiendas iniciales a 4, resalta como clave que haya herramientas de control y sanción eficaces para erradicar los fraudes. También cree que se debe pulir el término preferentemente o que los productos en un almacén estén claramente identificados.

Por el PP, Cristina Tavío sostiene que el objetivo principal es que los productores logren precios dignos y, por tanto, justicia social a su trabajo. Además, subrayó la relevancia de eliminar las tasas de la agricultura ecológica para el uso de mejores productos fitosanitarios.

La ley deja pendiente aún qué se entiende por almogrote, guarapo, quesadilla o mojo queso para una mayor discusión posterior, si bien crea el consejo del Instituto de Inspección para coordinar los controles. El PSOE, no obstante, echó en falta tener más tiempo y pide extender la norma y sus sanciones a los productos pesqueros, aparte de depurar la alusión a las reservas de la bioesfera.