El Teléfono de los Mayores de Canarias -900 70 70 20- es un servicio de escucha, orientación y acompañamiento creado en el verano de 2016 por la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda que gestiona la ONG Teléfono de la Esperanza. Atendió en 2018 a 3.310 usuarios, un 50,8% más que el año anterior. Además, se acometieron un total de 150 intervenciones de familiares y allegados de personas mayores en esos doce meses. Muchas de las llamadas recibidas -seis de cada diez- tuvieron el mismo origen: un sentimiento de soledad no deseado que merma la calidad de vida de muchas personas.

Colaboraron en este servicio un total de treinta orientadores especialistas en la escucha de Teléfono de la Esperanza en Canarias, que en primera instancia realizaron intervenciones de acogida y acompañamiento, escucha terapéutica, orientación y derivación a recursos de la propia entidad o sociales, con una especial sensibilidad para acompañar procesos relacionados con el aislamiento y la soledad no deseada en personas mayores de Canarias.

También contó con la intervención de dos técnicas en Integración Social que facilitaron la derivación y acceso a otros recursos.

Durante 2018 fueron atendidas en el Servicio Permanente de Orientación por Teléfono un total de 2.090 personas mayores que viven solas, conformando el 63,14% de los llamantes en esta franja de edad. El motivo principal de llamada para el 36,01% de las mujeres fue "soledad-incomunicación", por un 12,08% en el caso de los hombres. En ambos géneros, "soledad - incomunicación" figura además como segundo o tercer problema en el resto de llamantes mayores, suponiendo en el caso de los hombres un 59%.

El 44,1% de los llamantes fueron informados acerca de actividades y recursos sociales de la comunidad en general, como actividades presenciales de Teléfono de la Esperanza, tanto por los orientadores por teléfono, como de forma personalizada por las técnicos del proyecto.

No es de extrañar que muchas de las personas que usan el servicio sean mayores: con la edad, aumenta la posibilidad de vivir en soledad no deseada, situación de la que cada vez existe más evidencia de su efecto perjudicial no solo para el bienestar y felicidad de las personas, sino incluso de manera determinante para su salud en todas sus dimensiones: física, emocional, mental, social...

En Canarias, el índice de vejez de la población está en el 15,31% (Población de 65 y más años / población total 100) según datos del ISTAC para 2017, lo que supone un incremento de un 0,24% con respecto al 15,07% de 2016, y de un 0,77% en solo tres años si se compara el dato con el 14,55% que reflejaba el indicador para 2014, siguiendo la tendencia al envejecimiento paulatino.

Por lo tanto, en Canarias hay algo más de 300.000 personas mayores para una población total de 2.188.626 personas (2018), con tendencia al incremento y en un territorio como el nuestro fragmentado y con dificultades añadidas por tanto para el acceso a recursos sociales. La proyección de crecimiento para la población mayor de 65 años estará en torno al 16 % en 10 años según el INE. Con esta progresión, se estima que la población mayor en Canarias superará el 20% de la población total en 2026, pudiendo llegar incluso a las 500.000 personas mayores en 2030, en apenas doce años.

La soledad no deseada y el aislamiento social constituyen una problemática de primer orden, que ha de ser abordada por la sociedad para favorecer la calidad de vida de la población en general, y en especial la de los mayores.

En este contexto, las estrategias públicas de envejecimiento activo se están convirtiendo en eficaces herramientas para prevenir situaciones de soledad no deseada. En Canarias, se estima en torno a 41.000 el número de personas mayores que acuden a los centros de ocio de día en las islas, 14.000 más que hace apenas cinco años, con el efecto protector que ello conlleva frente a situaciones de soledad no deseada.

La atención por teléfono, eje vertebrador del proyecto, supone un medio muy eficaz para favorecer el primer contacto con personas en situación de aislamiento social o soledad no deseada. Permite conectarla con otros recursos y dispositivos que articulan el Plan Estratégico de Envejecimiento Activo. En esto coinciden José Cabrera, responsable del proyecto, y la directora general de Políticas Sociales e Inmigración, María Reyes Henríquez. Cabrera explica: "Muchas personas solo quieren hablar y se les escucha. pero también hacemos orientación. No solo telefónica sino presencial, ya que, a través de otros mayores como grupos y redes de apoyo, guiamos y acompañamos a estas personas hacia los recursos de integración social que tienen en su zona. Por ejemplo, los centros de día. Los voluntarios sirven de conexión y para eso los formamos. Teníamos claro que las llamadas iban a crecer exponencialmente y lo harán hasta que se conozca bien el servicio. Pensamos en impulsar una campaña publicitaria".

Henríquez valoró "la respuesta a unos mayores que aumentan en número y están cada vez más solos o aislados. En 2018, por primera vez, un 41% de los llamantes ha participado en actividades después de contactar. Pensamos que es un instrumento clave y la idea es ampliar y reforzar el recurso".

Contribuir a mejorar la calidad de vida y propiciar el envejecimiento activo. Basta una llamada al 900 70 70 20.