El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (NC), defendió ayer que la decisión de su gobierno de comprar por cuatro millones de euros fincas en el macizo de Amurga a la familia del líder de su partido, Román Rodríguez, respondió a criterio técnicos y que él no sabía de quién eran parientes sus propietarios.

El diario La Provincia publicó ayer que el consejo de gobierno insular acordó el 28 de diciembre comprar por cuatro millones de euros tres fincas en el macizo de Amurga con una superficie total de 446 hectáreas a familiares del líder del partido en el que milita el presidente del Cabildo, Nueva Canarias.

Preguntado por este asunto, Morales alegó que se "intenta manipular la realidad para hacer daño al gobierno del Cabildo de Gran Canaria", ya que esa compra viene tramitándose desde que él llegara a la presidencia del Cabildo.

Se trata, argumentó, de un expediente iniciado en 2014, "en el anterior mandato (con el gobierno del PP), cuando los servicios técnicos valoraron la idoneidad del suelo y fue en febrero de 2015 cuando se llevó a la Consejería de Patrimonio" para iniciar "un proceso de adquisición del suelo por concurrencia pública".

A esta concurrencia, detalló, "fueron presentadas 96 propuestas" y se comenzó el trámite en las "cinco zonas prioritarias atendiendo a esa propuesta de servicios de Medio Ambiente, entre las que se seleccionaron seis para su adquisición". Tras ser rechazada una de ellas "por ser un precio superior al previsto y dos por problemas administrativos y registrales", añadió, se puso en marcha el procedimiento de compra de tres fincas en las cumbres de Gran Canaria".

Este expediente de Amurga "a su vez incluye tres fincas siguiendo las indicaciones del servicio de Medio ambiente", que lo considera "un lugar estratégico por alta sensibilidad ecológica, biodiversidad y orografía".