Canarias podrá ahorrar aproximadamente 3,2 millones en fármacos con la entrada en vigor de la Orden de Precios de Referencia de 2018, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 27 de noviembre.

No obstante, la diferencia de precio tendrán que asumirla las casi 800 oficinas de farmacia que se encuentran repartidas por el Archipiélago. Una situación que se complica debido al exceso de "stock" que con el que históricamente cuentan las boticas como los proveedores de las Islas, para paliar posibles desabastecimientos de fármacos, como el que se ha sufrido en los últimos meses.

El pasado 1 de enero bajaron los precios de más de 1.200 medicamentos disponibles en las farmacias, lo que supone un ahorro de 88 millones para la cartera pública en toda España, con una media de 4.000 euros por farmacia, como destacó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife (COFTF), Manuel Ángel Galván.

Entre los fármacos seleccionados en esta nueva orden más destacados se encuentran el ibuprofeno, el paracetamol o el salbutamol (compuesto del ventolín), y se estima que costarán aproximadamente un 16% menos.

El ahorro, sin embargo, "afectará al sistema público", según el presidente del COFTF. De esta manera, argumentó que los pacientes "no lo van a notar", especialmente aquellos que cuentan con una tarifa fija en la compra de medicamentos, como los pensionistas.

El presidente insistió en que las boticas son ahora las responsables de asumir el precio de ese "stock" que ya no podrá venderse al mismo precio de adquisición, y denunció que esta situación lleva ocurriendo desde "hace años".

"En un mes es imposible cambiar todos los medicamentos", explicó Galván, refiriéndose al momento en el que se les ha advertido de estos cambios, a finales de noviembre. "Algunos no rotan en un mes entero, otros incluso tardan un trimestre", remarcó, con lo que afirmó que todas las farmacias van a tener "pérdidas seguro".

Una medida para reducir este peso para las boticas sería que el envase del medicamento tuviera el precio marcado, algo que se eliminó hace unos años. "Si estuviera etiquetado con su precio, en ocasiones como esta, podríamos devolverlo a la farmacéutica y recuperar el dinero", concluyó.

Las farmacéuticas, por su parte, tienen su propia cruzada con la Administración y cada año recurren estas medidas de ahorro ante los juzgados. "Todos los años han mucha polémica porque no se entiende la bajada", explicó Galván. En este sentido solicitó que los anuncios se realicen con una mayor antelación.

No todo es el dinero

Las medidas de ahorro en fármacos se orientan a la sostenibilidad del sistema público, ya que España cuenta con la segunda esperanza de vida más alta del mundo y los mayores son los que consumen más fármacos. Se estima que si actualmente el 18% de la población es mayor de 65 años, en 2066, esta cifra aumentará hasta el 36%. Por eso es necesario hacer sostenible el sistema, aunque para Manuel Ángel Galván, la solución podría estar más orientada a la promoción de la salud,formando a la población en hábitos de vida saludables.