En unos días, concretamente el próximo 7 de enero, los médicos y enfermeros del Hospital Universitario de Canarias (HUC) comenzarán los trámites para acreditarse y poder utilizar el robot Da Vinci, que llegó la pasada semana a este y los otros 3 hospitales de las Islas.

El personal de enfermería deberá realizar una formación "on line" para aprender el funcionamiento específico de cada máquina que compone el robot, así como para conocer la colocación del mismo dependiendo de la cirugía. Mientras, los médicos, dos por cada especialidad, deberán acreditarse bajo la enseñanza de "protor" o mentor fuera de la comunidad autónoma y luego refrendar lo que han aprendido en un centro internacional, en Estrasburgo, Bélgica o Nápoles.

Una vez concluyan esta formación, que el jefe del servicio de Urología del HUC, Tomás Concepción, asegura que tiene una curva rápida de aprendizaje, ya podrán ponerse manos a la obra. Por esta razón, se estima que el robot pudiera estar en funcionamiento a finales de este mes de enero, aunque la fecha concreta es un dato que aún se desconoce. "Todo esto hay que hacerlo, de lo contrario podríamos tener repercusiones legales", afirmó Concepción.

Cuando estos dos cirujanos por especialidad acaben la formación, se convertirán en "protors" propios del centro hospitalario, con lo que el resto del equipo podrá acreditarse directamente en el HUC. Y es que tener un robot conlleva también nuevos riesgos para los que "todo el equipo debe estar adiestrado", como que se apaguen todas las máquinas y tener que reiniciarlas.

Lo podrán hacer gracias a que se ha adquirido el último modelo del Da Vinci, el Xi, que incluye una consola de aprendizaje. "El ayudante puede manejar una consola igual que la del cirujano pero con la que este puede corregirle", explicó el urólogo. Es decir, funciona con un sistema similar al que utilizan los profesores de autoescuela cuando se está aprendiendo a conducir.

Los robots Da Vinci cambiarán radicalmente la forma en la que actualmente se conciben las intervenciones quirúrgicas , ya que permiten mayor precisión dentro de las cirugías mínimamente invasivas. Las especialidades que más se van a beneficiar en un principio van a ser Urología, Ginecología, Cirugía Digestiva y Cirugía General y Torácica. Entre otras cosas, porque "se podrá llegar a espacios muy reducidos con incisiones más pequeñas", insistió Concepción.

No obstante, el cirujano considera que esta "inversión en el futuro" acabará pudiendo ser utilizada en todas las intervenciones quirúrgicas.

Menos tiempo en cama

El Da Vinci mejorará los resultados de la cirugía. Según explicó Tomás Concepción, reducirá considerablemente los tiempos de recuperación, ya que las incisiones serán menores así como su consecuente sangrado. Todo ello permitirá a los pacientes recuperarse antes, aunque las cirugías prácticamente durarán lo mismo. Consecuentemente, "las camas se liberarán antes" y podrá haber más movimiento quirúrgico en el hospital, derivando finalmente a una reducción de las listas de espera en el Archipiélago.