Una semana después de una doble comparecencia sobre el gas en las Islas, especialmente en Granadilla, el consejero de Industria, Pedro Ortega, intervino ayer sobre lo mismo en la comisión parlamentaria de su área, a petición del PSOE y reiterando buena parte de sus argumentos a favor de las regasificadoras y el gas ciudad, aunque poniendo más énfasis esta vez en que han tenido que congelar la estrategia energética regional desde que se produjo el cambio de gobierno en el Estado y la nueva orientación del Ministerio de Transición Energética.

Ortega volvió a subrayar que la instalación o no de regasificadoras depende de Madrid y que el último informe de la Comisión del Mercado de la Competencia, lejos de la interpretación que hace la izquierda (ASG incluida) y en línea con otros análisis (como uno de la ULL), sí presenta como viable el gas si se atiende al todo energético. Es más, subrayó que, de no apostarse por este recurso para sustituir al petróleo, Canarias podría no beneficiarse cada año de unos 400 millones de euros, lo que considera una cifra no baladí.

Frente a sus tesis, el PSOE, Podemos y NC hacen una lectura del informe de la Comisión opuesta y creen que resulta demoledor sobre la inviabilidad del gas. En sus 2 intervenciones (al ser el proponente), Gustavo Matos (PSOE) le advirtió a Ortega de los riesgos de vincular la estrategia energética solo a lo que haga el Gobierno central, pues jamás apoyará ya el gas o las prospecciones petrolíferas.

En tal caso, y frente a las críticas de CC a Sánchez, cree que es señal de que no lo están haciendo tan mal, sobre todo en esto, toda vez que el subsector ha acogido muy bien que, por ejemplo, se elimine el impuesto al sol y se apueste al máximo por lograr energías totalmente limpias en 2050. En este sentido, insistió en que el gas ha dejado de ser una prioridad para esa transición; en que sí lo fue en los 80 y, a lo sumo, 90, pero no ahora, y más con la velocidad con la que progresa la tecnología y, en concreto, la de las renovables. Por eso, cree temerario mantener esa apuesta y no intensificar las limpias. Como mucho, le ve sentido a la parte del gas para los buques, pero no en ciudades.

Por Podemos, Concepción Monzón mantuvo una línea crítica muy similar, mientras que Gladys Acuña considera que no hay que ser muy experto para concluir que el informe de la Comisión aplasta cualquier apuesta futura por el gas.

Ortega remarcó luego que, pese a la espera actual, no han dejado de apostar por la limpia y pidió apoyo a Madrid para la eólica marina. De hecho, reiteró que las Islas acabarán con un 20% en 2019 y un 40% en 2015, aparte de servir de ejemplo en la UE, tesis usada también por Socorro Beato (CC). Por el PP, Astrid Pérez dijo que la única opción para sustituir con garantías al petróleo es el gas, pese a la visión de la izquierda.

Como para reforzar las tesis del consejero y de Astrid Pérez sobre el gas, el PP propició ayer la intervención, al final de la comisión de Energía, de Eladio Martín Romero González, profesor del departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Sevilla, que ha tenido responsabilidad pública en el ayuntamiento de esa ciudad en el ámbito energético y que ha colaborado con Endesa y Enagas en las Islas. De forma reiterada e insistente, y pese a las dudas o planteamientos contrarios de la izquierda, el doctor (licenciado también en Antropología social, Geografía y Derecho) defendió el gas como "imprescindible técnica y medioambientalmente" para la transición de Canarias hacia unos sistemas energéticos más sostenibles y para garantizar el suministro en ese camino. Aunque su comparecencia trataba de aclarar el retraso de la estrategia regional, se centró en contraargumentar el rechazo al gas y lo hizo con muchos datos. De hecho, sostuvo que, de apostarse solo por las renovables, la energía que debería consumirse en 2050 en canarias para que eso fuese viable debería ser la mitad de la actual, algo que cree fuera de la realidad. Asimismo, considera imposible los retos en fotovoltaica, eólica o geotérmica por las limitaciones de suelo.

Según sus tesis, con el conocimiento actual no se cubrirán las necesidades de las Islas solo con las limpias a medio y largo plazo, pese a la evolución de las baterías y el almacenamiento. Por eso, advirtió de las consecuencias de planificar desde suposiciones y apostó por el ahorro, la eficiencia y la maximización de las renovables. Según sus previsiones, la generación eléctrica convencional supondrá el 56,77% de los gases de efecto invernadero en 2025, mientras que, con el gas natural, pasarían al 50%.