La apicultura es un sector en auge en Canarias, con una producción que ha pasado de 394.000 kilos a más de medio millón en los tres últimos años, una cantidad que ya ha sido "prácticamente vendida" debido a su "gran calidad". Sin embargo, el sector se enfrenta a la "competencia desleal" de productos extranjeros -que se venden como mieles, pero en realidad no lo son- que se benefician de una normativa europea que permite su importación a precios muy bajos y de unas reglas nacionales sobre el etiquetado que no obligan a determinar los países de los que procede la miel ni sus proporciones.

El consejero de Agricultura del Gobierno autonómico, Narvay Quintero, advirtió ayer de que modificar el reglamento europeo es "fundamental", dado que el actual facilita que los "lobbies" de la gran distribución comercial importen mieles a precios "tres o cuatro veces más baratos" no ya a los precios de venta de las canarias, sino a su coste de producción. Quintero compareció en la comisión de Agricultura del Parlamento a petición del PSOE para explicar las medidas que pueden tomarse desde el Archipiélago para apoyar las demandas de los apicultores, que han constituido una plataforma de ámbito nacional para promover un cambio de las normas sobre etiquetado.

La entrada de muchas mieles foráneas representa "un fraude al consumidor", puesto que en muchos casos son "casi un bote de agua y azúcar", expuso la diputada socialista Ventura del Carmen Rodríguez, promotora de la iniciativa parlamentaria.

Quintero coincidió con la diputada gomera y recordó que el sector "lleva años reclamando" la revisión de un real decreto que solo obliga a especificar si la mezcla de la miel es originaria de la UE, si procede de un país tercero o si se trata de una combinación de ambas. "Es poco clarificador", dijo el consejero.

El hecho de que no se indiquen las proporciones, añadió, hace posible que un envase que solo contiene apenas un 1% de miel de Canarias sea comercializada como un producto de las Islas, aunque el resto provenga de otro país, principalmente China, que se ha convertido en el principal exportador de miel a Europa.

El Ministerio de Agricultura ya ha anunciado que modificará el decreto, aunque el consejero insistió en la necesidad de revisar también la normativa comunitaria.

La constitución de sellos de calidad o de denominaciones de origen, una iniciativa que debe partir de los propios apicultores, sea para algunas de las islas o para el conjunto del Archipiélago, también puede "ayudar a proteger", apuntó Narvay Quintero. De hecho, el consejero remarcó que las producciones de Tenerife ya se engloban bajo una denominación de origen protegida que garantiza que se emplea producto 100% insular.

Asaga respalda a los apicultores

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias) se ha sumado al sector apícola del Archipiélago para demandar al Ministerio de Agricultura que cumpla el compromiso de introducir las demandas de los apicultores en el nuevo real decreto que se está elaborando y que en estos momentos se encuentra en fase de consulta pública, con el objeto de clarificar el etiquetado. El sector solicita que en el etiquetado de las mieles que se comercializan en España se aclare el país de origen de la miel y el porcentaje de mezcla, tal y como sucede en otros países de la Unión Europea como Italia, Polonia y Grecia. Según Asaga, la "deficiente información" que contiene ahora mismo el etiquetado no solo genera confusión en el consumidor, sino que crea una "competencia desleal con las mieles locales, ya que las producciones foráneas se comercializan a precios más bajos".