Tras casi 3 horas de comisión, los grupos parlamentarios concluyeron ayer el trámite sobre el presupuesto de 2019 y ya solo queda su aprobación definitiva, con algunas enmiendas vivas, en el pleno del miércoles. Los partidos que respaldan el proyecto (CC, PP y ASG) solidificaron su acuerdo, pulieron las cuentas y le incorporaron 153 enmiendas propias y unas 30 de la oposición, con un aire de menos disenso que otros años, aunque la oposición sigue discrepando sobre la intensidad social.

Ayer se debatieron y votaron 677 enmiendas. De las de la oposición, sobresale la aceptada a Podemos para que el 1% de los impuestos por juego se destine a Sanidad para tratamientos por ludopatía.

Como siempre, fue una de las citas más plomizas por las continuas alusiones numéricas a las enmiendas. Eso sí, y frente a la oposición, Elena Luis (CC) subrayó la creciente apuesta por los servicios públicos, lo que refleja el incremento de las partidas en una evolución, a su juicio, innegable.

En una línea similar, José Estalella (PP) resaltó la labor estabilizadora de su grupo, al tiempo que criticó a algunos grupos por no permitirle intervenir sin molestias. Por ASG, Melodie Mendoza detalló las inversiones en La Gomera, las mejoras para los aprobados sin plaza en oposiciones y las ayudas al combustible en las Islas Verdes.

Desde el PSOE, Iñaki Lavandera hizo un discurso muy político en el que justificó el rechazo de su grupo durante el pleno del miércoles porque no se priorizan los servicios básicos y las enmiendas aceptadas son insuficientes. Lavandera hizo casi balance de la gestión de CC y los niveles de paro, el 40% de pobreza, los salarios bajos, las listas de espera sanitarias, los problemas educativos o la baja cobertura en dependencia.

Por Podemos, Manuel Marrero criticó la bajada de impuestos mientras no se costea una renta ciudadana o no se refuerzan como se debería los servicios básicos.

Acaba el veto a las propuestas de NC

Una de las novedades más llamativas de la comisión de ayer fue la recuperación de relaciones entre el Gobierno y Nueva Canarias, después de que, la semana pasada, CC decidiera oponerse incluso a las enmiendas que le habían aceptado a este grupo por presentar un escrito contra la continuidad del administrador único de RTVC. Tanto Esther González como Luis Alberto Campos reconocieron que había cambiado la actitud de CC, alabaron el talante de Elena Luis y que le aceptasen enmiendas. Campos fue más allá y dijo que, de haberse dado esto desde 2015, el mandato habría sido otro.