El número de mayor y discapacitados tutelados por el Gobierno de Canarias ha pasado de las 23 personas que había en 2016 a los 139 existentes en la actualidad, a los que se podrían sumar otros 39 casos que están pendientes de resolución judicial.

Así lo ha indicado este jueves la consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, Cristina Valido, en el marco de la jornada ''Un entorno seguro para un futuro mejor'', organizada por Aequitas-Fundación tutelar Canaria Adepsi, que se ha celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.

Valido aclaró que el Gobierno está inmerso en el desarrollo de un Consejo Tutelar que será el órgano encargado para gestionar y definir el modelo de tutelaje de personas mayores y/o con discapacidad.

"El objetivo es definir y depurar el modelo de atención a las personas mayores y personas con discapacidad y generar protocolos de actuación para establecer el procedimiento que rige este proceso administrativo", aclaró.

En este sentido, matizó que mientras la tutela estuviera ostentada por el Ejecutivo, las guardas podrían ser responsabilidad de los cabildos o a través de fundaciones tanto públicas como privadas.

Por su parte, la Comisión Tutelar del Mayor Legalmente Incapacitado, dependiente de la Consejería, ostenta la tutela de las personas que por diversas cuestiones han sido declaradas como incapacitadas por medio de una resolución judicial, pero que la detección e informe social para la valoración de la posible incapacidad del ciudadano corresponde a los servicios sociales municipales "que son quienes están a pie de calle y en el día a día de su municipio".

Valido apuntó que la futura Ley de Servicios Sociales contempla la creación de una comisión interadministrativa que será la encargada de regular el sistema tutelar en Canarias, derogando a la vigente Comisión Tutelar.

"Al aceptar el cargo de tutor de estas personas --continuó la consejera--, se asume con ello la responsabilidad de actuar velando por los intereses de dichos tutelados, por lo que se asume su protección, gestionando no sólo su día a día en todos los aspectos, sino también su patrimonio, ofreciéndoles la mejor calidad de vida".

La realidad de estos tutelados varía según el perfil de edad, patologías médicas y, evidentemente, sus circunstancias sociales y personales. De esta forma, hay tutelados con deterioro cognitivo, en algunos casos con impedimento físico, que son los más frecuentes, pero existen otros que no tienen impedimento físico, pero están aquejados de patología mental, como la esquizofrenia, que en algunos casos va acompañada de consumo de estupefacientes y otras adiciones.