Los efectos de las precipitaciones se dejaron sentir ayer en el norte de la isla de Tenerife.

De una parte la TF-31 o carretera del Este, la vía de acceso al casco del Puerto de la Cruz por Martiánez, se tuvo que cortar de nuevo al tráfico (por segunda vez en un mes) debido a la caída de rocas que fueron arrastradas por el agua de lluvia.

La habitual cascada que se forma sobre el arcén interior cuando llueve con fuerza llevó barro y piedras a la calzada, que tuvo que permanecer cerrada al tráfico, en ambos sentidos, desde las tres de la tarde.

También en el municipio de La Laguna se dejaron sentir los efectos de la borrasca.

En concreto, debido a la intensidad y a la fuerza del oleaje, desde el Centro de Coordinación del Cecopal se dicatminó el cierre y la prohibición del acceso a las zonas de baño ubicadas en las costas de los núcleos de Bajamar, Jover, La Barranquera y Punta del Hidalgo, lugar este último donde también se prohibió el acceso al camino de la costa.

En la isla de La Palma, se repitió una vez más la imagen de la escorrentía en la carretera de El Remo, al tiempo que dos cruecros, el "Saga Sapphire" y el "Riviera", que tenían previsto arribar hoy al puerto de la capital han decidido cancelar las escalas.