El Gobierno canario ha desarrollado el proyecto piloto "Padres y madres sin barreras", que se imparte en el centro penitenciario Las Palmas I y que busca una mayor vinculación afectiva del recluso con su familia y que tomen conciencia de su papel como educadores de sus hijos, así como mejorar la comunicación entre padres y madres y entre estos y sus hijos.

El viceconsejero de Políticas Sociales, Francisco Candil, subrayó en la clausura del proyecto la importancia de este tipo de programas en los que se busca que la población reclusa "realice un proceso de revisión personal desde su propia infancia como hijos hasta su paternidad, intentando superar errores y sentimientos de culpa a favor de una mejor vinculación y compromiso con sus hijos". El programa piloto empezó en mayo de 2018, y ha consistido en intervenciones grupales, individuales y familiares. Un total de 15 padres del grupo han participado en el mismo.