Comisiones Obreras calificó ayer de "miserable" y "precaria" la situación del trabajador del campo en Canarias, con sueldos que apenas superan el salario mínimo interprofesional y un nuevo convenio en Las Palmas que lo aleja del objetivo de los 14.000 euros anuales.

El secretario general de CCOO en Canarias, Ignacio González; la secretaria de Acción Social, Esther Martín; y el secretario de Organización de la Federación Estatal de Industria del sindicato, Tomas Díaz, denunciaron ayer las condiciones laborales que soportan los trabajadores del sector agrícola en el Archipiélago, en especial las mujeres.

Además, anunciaron que CCOO, "mayoritario en el sector", no secunda el convenio provincial acordado por la patronal y los sindicatos UGT y Sitca, que van a impugnar en cuanto sea publicado tanto ante la Inspección de Trabajo como en la Justicia.

González lamentó que los trabajadores del sector primario de las Islas no hayan recuperado sus derechos laborales a pesar de las "ayudas importantes" nacionales y europeas que han recibido las patronales de este sector, en el que trabajan unos 21.000 canarios, principalmente en el plátano y el tomate.

"No se han trasladado los incentivos a las condiciones laborales", subrayó el secretario general, que añadió que CCOO no ha secundado el convenio colectivo porque está "lejos" del acuerdo nacional, que acumula un incremento salarial del 3% para conseguir un salario mínimo de 14.000 euros anuales.

Según el dirigente sindical, el convenio colectivo acordado para Las Palmas está "lejos" de esas cifras, por lo que CCOO no lo apoyará mientras no se consigan los 14.000 euros anuales "de aquí a 2020".

Por su parte, Esther Martín incidió en la "precariedad, inestabilidad, pérdida de empleos y salarios miserables" que, en el mejor de los casos, llega a 740 euros al mes con todos los conceptos incluidos.

La secretaria de Acción Social de Comisiones recordó que en el año 2013, cuando una sentencia obligó a devolver una ayuda al transporte de 24 millones de euros de 2002, los sindicatos, incluido CCOO, constituyeron una plataforma para "salvar" a las patronales empresariales del tomate. Martín señaló que existía el compromiso de que, cuando se lograra esa meta, se diera "más estabilidad" en el empleo agrario, se mantuvieran las explotaciones y se mejoraran las condiciones laborales del sector.

"Con las movilizaciones se consiguió que la ayuda de 7.500 euros por hectárea cultivada se duplicara en solo tres años, que la compensación al transporte pasara del 26% al 10% y, este año, a la totalidad, para pasar de 24 a 56 millones de euros. Además se han incrementado las ayudas del Posei", subrayó.

Esther Martín agregó que, pese a todos esos logros, las patronales "pagan" con más precariedad laboral, organizan campañas más cortas y promueven un cambio de cultivo -plátano por tomate- para reducir los seis trabajadores por hectárea a solo uno. "Son los empresarios los que están dejando de plantar", indicó. El trabajador, dijo, apenas llega a cinco meses de contratación al año, lo que le impide cobrar el paro.