Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, de los cuales un 50% quedarán con secuelas discapacitantes o fallecerán por esta causa. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año, fallecen en Canarias unos 800 personas -27.000 en toda España- por sufrir una enfermedad cerebrovascular y, actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber padecido un ictus.

Ayer, 29 de octubre, se conmemoró el Día Mundial del Ictus, una de estas enfermedades que afectan cada año a unas 110.000 personas en España - 3.000 en Canarias- y que supone la segunda causa de muerte (la primera en mujeres), así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.

Aunque el ictus puede ocurrir en todas las edades, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60 años porque, con el envejecimiento, va incrementándose de forma progresiva la posibilidad de padecerlo. "Debido a que la esperanza de vida de las mujeres es superior a la de los hombres, el ictus ya es la primera causa de muerte en mujeres en España", explica María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. Tal es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de casos anuales de ictus se incrementará un 27% en los próximos 25 años. Pero el ictus no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores. "Un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años y en los últimos 20 años han aumentado un 25% el número de casos que se dan entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años", destacó Alonso de Leciñana.