La mayoría de los grupos parlamentarios han reclamado a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias que remita ya al Parlamento el plan de salud mental que prepara para que sea en la cámara legislativa donde se pueda debatir, ante las críticas de falta de participación, ausencia de financiación e intento de privatización denunciadas por parte de los profesionales de la psiquiatría.

El vicepresidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y Salud Mental, Francisco Rodríguez Pulido, compareció hoy en la Comisión de Sanidad del Parlamento de Canarias y sostuvo que en realidad lo que prepara la Consejería de Sanidad no es un plan sino una estrategia, puesto que se limita a hacer una listado de actuaciones necesarias sin compromisos de financiación ni de ejecución, como si fuera "un instrumento de marketing".

"Canarias necesita un plan de salud mental que represente los intereses de la ciudadanía, de los pacientes, de las familias y de los profesionales, no necesita un adorno", dijo Rodríguez Pulido, y demandó "un compromiso firme y serio" asumido por el Parlamento para garantizar el cumplimiento de las medidas y que no esté sometido al "capricho" del ejecutivo de turno o a "la inestabilidad institucional" tradicional que aqueja al Gobierno de Canarias, dijo.

El representante de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y Salud Mental denunció "las maniobras" de la Consejería en el proceso de discusión de su plan, con intentos de enfrentar a los profesionales "como maniobra estratégica de confusión" y sin convocar desde hace dos años a la comisión asesora de salud mental.

También afirmó que el plan de salud mental de la Consejería favorece la concertación con la medicina privada, una previsión que ha sido incluida de forma "autoritaria y no democrática" a espaldas de los profesionales que participaron en las comisiones preparatorias, que no sabían nada.

En el plan de la Consejería, continuó Rodríguez Pulido, no hay un método para dar prioridad a los problemas que se deben abordar y resolver en la atención psiquiátrica ni indicadores para medir resultados.

Los representantes del PSOE, PP, Podemos y NC coincidieron en reclamar a la Consejería de Sanidad la remisión al Parlamento del plan que proyecta para que sea "reconsiderado" por los grupos parlamentarios, mientras que la representante de CC dijo que el documento, aunque es criticable, supone un gran avance y cuenta con una previsión de aumentar el presupuesto en salud mental de un 26% a lo largo de seis años.

Guadalupe González Taño, de CC, afirmó que su partido no tiene inconveniente en que el plan sea debatido en el Parlamento como han reclamado el resto (excepto ASG que no intervino) y aseguró que la Consejería "está abierta a cualquier propuesta concreta" para mejorar un plan en el que han participado más de cien profesionales y que debe estar en vigor al final de la legislatura de modo que "obligue" a futuros gobiernos.

Marcos Hernández, del PSOE, mostró su preocupación por la falta de participación con la que a su juicio se ha hecho el plan y por su contenido "mercantilista", por el intento de traspasar recursos públicos a la sanidad privada.

"Este plan necesita una revisión", dijo Hernández, en lo que coincidió con el representante del PP Zacarías Gómez, quien denunció que se está hurtando al Parlamento la posibilidad de discutir sobre este tema y acusó a la Consejería de utilizar a los profesionales "para hacerse una fotografía".

Juan Márquez, de Podemos, coincidió en que es "incomprensible" que el Gobierno esté más pendiente de "vender el plan desde el punto de vista comunicativo" que de dar participación a los profesionales, y señaló que para que la planificación sea útil es preciso que se involucre el Parlamento.

El portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, también dijo que el Parlamento está obligado a "retomar la discusión de este plan" ante "la orientación propagandística" de la Consejería de Sanidad, más preocupada por su reflejo en la prensa que por los contenidos de su política.