Por primera vez, un europeo -un canario, en concreto- preside la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA), la entidad que reúne a estos espacios en Iberoamérica. Delegado especial de la Zona Franca de Tenerife desde 2012, Gustavo González de Vega pronostica que esta nueva etapa dará un impulso a la promoción del régimen franco de las Islas y de sus ventajas fiscales.

¿Cómo ha evolucionado la Zona Franca de Tenerife?

Yo me incorporé en 2012 y me encontré con una Zona Franca prácticamente inexistente y con la necesidad de acometer un cambio normativo. Casi los dos primeros años estuvieron dedicados exclusivamente a modificar la naturaleza jurídica de la Zona Franca para adaptarla al código aduanero. Eso supuso crearla casi desde cero, y con una ausencia absoluta de recursos materiales y humanos.

¿Esa carencia de medios sigue?

Sí, sigue siendo así, aunque también es cierto que, gracias a la evolución que ha experimentado la Zona Franca, se ha aprobado la oferta pública de empleo, y espero que en los próximos meses se pueda incorporar personal. En los seis años anteriores, entre 2006 y 2012, no se hizo nada. Nosotros teníamos que demostrar que este era un proyecto sólido para poder pedir recursos. Esa ha sido la primera etapa. Es cierto que tal vez el Ministerio haya tardado demasiado, pero por fin se ha tomado conciencia de la importancia de este proyecto. El segundo paso consistió en hacer entender el papel que puede desempeñar la Zona Franca en el contexto global, porque el escenario en el que jugamos es el mundo.

¿Cuál es ese papel?

La estrategia que yo mismo diseñé fue ubicarnos como puente fiscal y tributario. Ese es el elemento. Siempre se habla de la tricontinentalidad geográfica de Canarias, pero hay un elemento mucho más importante, que es el que verdaderamente convence al inversor, la tricontinentalidad fiscal y tributaria. A nivel global, las zonas francas ofrecen tres ventajas: arancel cero a las mercancías, impuesto indirecto cero y también un impuesto de sociedades reducido o cero. En Europa son mucho más restrictivas. Todas las zonas francas europeas son exactamente iguales y solo tienen dos ventajas: arancel cero e impuestos indirectos cero. En ese contexto aparece Canarias con unas zonas francas compatibles con el REF, específicamente con la Zona Especial Canaria, que nos dota de ese tercer elemento con el que cuentan las americanas, un impuesto de sociedades reducido que, además, es el mejor y el más competitivo, salvo algún país iberoamericano que tiene tasa cero. Somos una zona franca europea, situada geográficamente en África y con beneficios fiscales americanos. Es una condición única. Hay una tercera etapa: el impulso de un proyecto que lidere Tenerife, uniendo los tres continentes y utilizando las zonas francas como eslabones de una gran cadena de valor añadido. Ahí es donde entra el corredor franco del Atlántico.

¿Qué influencia ha tenido el proyecto del corredor franco en la visibilidad de la Zona Franca?

Nos empezó a posicionar a nivel internacional, al canalizar las ventajas y potencial de nuestra Zona Franca hacia un proyecto concreto. Con él, y con mucha actitud, tocamos a la puerta de la AZFA. Le presentamos la idea. Al principio ni siquiera sabían ubicar Canarias y Tenerife en un mapa. Nos incorporamos a principios de 2015 y seis meses después nos convertimos en el primer miembro europeo de la junta directiva, un año después me convertí en el primer vicepresidente europeo y ahora en presidente, el primero europeo, español y, además, tinerfeño. Fue el proyecto y cómo posicionamos a Canarias lo que nos aupó a esta presencia. Después hubo que convencerles de que vinieran a Tenerife a celebrar la Conferencia de Zonas Francas de las Américas. El evento culminó con la rúbrica de 36 zonas francas de tres continentes para desarrollar el corredor franco. Ahí mostramos toda la fuerza de Canarias y Tenerife y la capacidad de gestión para liderar de la Zona Franca de Tenerife. Ahí se fragua la presidencia.

¿Qué efectos positivos puede tener para Canarias y Tenerife la presidencia de la AZFA?

La asociación representa a más de 400 zonas francas de 22 países. Dentro de ellas hay 10.700 empresas que generan un millón de empleos directos. Su objetivo es defender y promocionar el régimen franco de cada uno de esos países. Si se han puesto de acuerdo para que desde Tenerife se presida la asociación es porque consideran que tenemos capacidad y que nuestro régimen fiscal es de los más importantes y consolidados. Se dice mucho que necesitamos promocionarnos. Pues no hay mejor plataforma que la AZFA para promocionar el régimen fiscal y tributario y el régimen franco de canarias. Un chicharrero va a estar dos años tratando de promocionar el régimen franco de Iberoamérica, con el de Canarias a la cabeza. Algunas de las zonas francas iberoamericanas generan hasta el 15% del PIB de sus países. Las dominicanas y las costarricenses aportan alrededor de la mitad de las exportaciones. La gran herramienta de esos países para atraer tecnología y grandes empresas es su régimen franco.

Esas zonas francas presentan datos que parecen difíciles de alcanzar. ¿Hasta dónde puede llegar la de Tenerife?

Nosotros acabamos de nacer, tenemos todo el recorrido por delante. Ahora hay autorizadas seis empresas y pronto habrá dos más. Esto ha ocurrido en menos de un año. Disponemos de 250.000 metros cuadrados en Santa Cruz, que a lo sumo en un año estarán totalmente colmatados. Estamos trabajando ya para pedir la autorización en Granadilla, donde hay potencialmente dos millones de metros cuadrados. Ahora que lideramos la mayor plataforma iberoamericana tenemos la capacidad de crecer indefinidamente siempre que el espacio nos lo permita. Por eso necesitamos esos dos millones de metros.

¿En qué plazo puede estar autorizada la zona en Granadilla?

Irá en paralelo al propio desarrollo del puerto. No en menos de un año, aunque no me atrevo a aventurar un plazo. Necesitamos habilitar el espacio para continuar con el desarrollo. Tenemos todo el potencial para que la repercusión económica de las zonas francas canarias, y en concreto de Tenerife, adquiera cifras similares a las de las iberoamericanas.

¿Cuándo estará materializado el corredor franco del Atlántico?

La fase más compleja era el punto de partida, convencer a todos los actores, zonas francas de tres continentes. Eso ya está hecho. Ahora estamos trabajando en varios elementos: un estudio de oportunidades de negocio, de sectores concretos para los que Tenerife puede servir de puente y aportar valor añadido; trabajar con la AZFA para obtener la certificación de operador económico autorizado; y adquirir nuevas tecnologías para garantizar la trazabilidad de todo lo que ocurre en el proceso, estandarizar procesos y agilizar procedimientos aduaneros. Queremos presentar el corredor franco como un proyecto piloto para aplicar la tecnología "blockchian" a la trazabilidad de las zonas francas entre los tres continentes. Un proyecto de esta magnitud tiene un periodo de maduración amplio, pero lo más difícil está hecho.

¿Qué efecto tendrá el recurso financiero de las zonas francas, contemplado ya en los presupuestos del Estado de este año?

Es esencial. El impuesto de sociedades generado por las empresas de la zona franca se queda en la propia zona franca. Eso ya de por sí es excepcional, una nueva fuente de financiación. Un 25% es para garantizar la autosuficiencia de la zona franca y no tener que depender de las subvenciones, y el 75% restante debe ser reinvertido en el entorno de la zona, en servicios, infraestructuras?, de manera que repercute directamente en las empresas. Es una nueva fuente de financiación para Canarias y, además, un nuevo valor para las empresas que vienen.