La tensión entre el ejecutivo que lidera Fernando Clavijo (CC) y el gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) no para de crecer. Aunque guardaron las formas para mostrar una aparente tranquilidad, lo cierto es que durante los actos organizados en la Casa y Biblioteca José Saramago y en la Fundación César Manrique, ambos espacios localizados en la isla de Lanzarote, el socialista y el nacionalista mantuvieron una relación distante que se generó días antes de que se produjera el encuentro de ayer.

Según una información a la que ha tenido acceso esta redacción, el presidente canario encargó a su gabinete que contactara con Moncloa para pedir un encuentro de 20 minutos aprovechando el desplazamiento de Pedro Sánchez a Lanzarote. Durante esa cita, Fernando Clavijo quería analizar algunas problemáticas de carácter grave que se están dando en suelo lanzaroteño. Uno de los asuntos a abordar era la avería que sufre desde hace cuatro meses el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) que controla las costas conejeras.

Otro de los temas que pretendía analizar el lagunero en este breve encuentro estaba vinculado con las instalaciones del Cuartel Márques de Herrera. Alrededor de estas infraestructuras militares hay un conflicto que en estos instantes está siendo analizado por los gestores del Cabildo de Lanzarote. Y es que dado el repunte migratorio que se está generando en las últimas fechas en esa franja del Archipiélago, existe una petición formal para que los irregulares puedan ser alojados en ese edificio, en lugar de estar retenidos en un espacio en el que se han instalado unas tiendas de campaña. Fuentes oficiales confirmaron a EL DÍA que la Delegación del Gobierno en Canarias ha traslado a los solicitantes de la apertura del acuartelamiento que este no reúne las condiciones necesarias para prestar ese servicio humanitario.

Lo cierto es que cuando todo parecía estar preparado para que se celebrara ese encuentro de 20 minutos -en un primer momento Madrid se mostró favorable-, un portavoz de Pedro Sánchez contactó con personas de confianza del presidente canario para notificarles que la cita no se podía celebrar por problemas de agenda, un desaire que ha molestado mucho a Fernando Clavijo.

la clave

La reunión que celebraron el pasado viernes en tierras conejeras Pedro Sánchez y el secretario general del PSC-PSOE, Ángel V. Torres, pudo añadir unos cuantos gramos de tensión a las dos citas que se programaron en la mañana de ayer. Los socialistas mantuvieron un encuentro que se alargó durante más de dos horas en el que se trataron temas de estrategia electoral.

El distanciamiento entre Canarias y el Estado no es nuevo. La llegada de Sánchez a la Moncloa ha estado salpicada de continuos rifirrafes entre nacionalistas y socialistas. La falta de concreción para la firma de proyectos de financiación estatal, la inclusión de un espacio balear en el borrador del eterno convenio de carreteras o las continuas visitas de ministros que prefieren participar en actos del partido en lugar de mantener reuniones con los consejeros de áreas han colmado la paciencia de los nacionalistas, quienes responsabilizan de estas tensiones al Partido Socialista Canario. Ayer, sin ir más lejos, se vieron caras muy largas en un homenaje a José Saramago que se celebró en Lanzarote, y que sirvió para conmemorar el vigésimo aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura al escritor portugués. Además de Pedro Sánchez y Fernando Clavijo, hasta la Isla de los Volcanes viajó el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, quien recibió una invitación formal por parte del presidente canario para asistir a la Conferencia de las Regiones de Presidentes de las Regiones Ultraperiféricas que se va a celebrar en Las Palmas de Gran Canaria el 22 y 23 de octubre. "Saramago siempre reivindicó el valor de la palabra para tender puentes entre los pueblos", señaló Clavijo durante una intervención en la que se le vio con gesto serio. "Tenemos que valorar la fortuna de ser el sitio elegido por Saramago", agradeció.