Las infraestructuras educativas sufrieron la crisis con dureza. Ahora que la recuperación llega hay que acometer las necesidades que quedaron pendientes, pero también las nuevas, como el aumento de población escolar en el sur de las islas más grandes. La directora de Infraestructuras Educativas, Ana Dorta, hace balance de la legislatura y de los retos que aún están en el horizonte.

¿Cuál es la valoración que hace del estado de las infraestructuras?

Cuando llegamos a la Consejería hicimos un diagnóstico del estado de las infraestructuras existentes y de las necesidades de nuevas infraestructuras para dar respuesta a la escolarización del alumnado y a las nuevas enseñanzas de Formación Profesional. En lo que va de legislatura estamos construyendo ya nueve centros educativos nuevos, que van desde centros de Infantil y Primaria a institutos de Secundaria y centros integrados de FP, que son financiados con fondos Feder, pero que dan respuesta a esa apuesta por fomentar la FP en coordinación con el empleo. Además, están en proceso de licitación otros cuatro centros y van a salir en nueva licitación dos centros nuevos más. Esto viene a dar solución parcial, porque venimos de una situación de crisis en la que no se han atendido todas las necesidades y ahora se está produciendo un aumento muy importante de población escolar en las zonas sur.

Estas islas ya tenían carencias: los planes sur de hace más de una década no llegaron a ejecutarse en su totalidad.

Efectivamente. Y los sures de Lanzarote, de Fuerteventura y de Tenerife están experimentando nuevamente un aumento de población escolar increíble, tanto que nosotros estamos muy orgullosos de dos obras tan importantes en el sur de Tenerife, como son el IES Guaza y la reciente adjudicación del CIFP Adeje, que son dos infraestructuras fundamentales para la comarca sur. Pero, aún así, vamos a contratar el IES Las Chafiras, que está en el municipio de San Miguel, y el centro de educación especial para la comarca sur, que es muy muy importante, porque ahora no reúne todas las condiciones necesarias para este tipo de alumnado. Y también estamos trabajando en el de Padre Anchieta, que se tuvo que cerrar por una cuestión estructural muy grave y tenemos un compromiso con la comunidad educativa.

¿Cuál es la edad media de los centros educativos de Canarias?

Es difícil hacer una media, porque varía mucho dependiendo de cada isla. Las infraestructuras en Lanzarote y Fuerteventura son más nuevas que en Tenerife o en Gran Canaria. Y en las dos islas capitalinas es donde más centros hay: más de 300 en cada una.

¿Entonces en las islas capitalinas hay que invertir más en mantenimiento, sea la Consejería o el ayuntamiento competente?

Esto es una batalla permanente. El mantenimiento y la conservación de los colegios es competencia de los ayuntamientos, y el Gobierno de Canarias, a través del Fondo de Financiación Municipal, les da un dinero en virtud del número de unidades escolares para, precisamente, poder acometer estas obras y desempeñar estas competencias. Ya luego, los institutos, las escuelas oficiales de idiomas o los conservatorios son competencia de la Consejería, de esta Dirección General. Yo muchas veces voy a la Fecam, me reúno con la Comisión de Educación, y siempre les digo lo mismo: no permitan que los problemas de mantenimiento se conviertan en problemas estructurales. Esa competencia la deben llevar bastante a rajatabla, pero no ya para que yo no lo tenga que afrontar cuando se convierta en un fallo estructural, sino para que todas las instalaciones educativas estén en condiciones óptimas.

El año pasado, Canarias consiguió que el Estado recuperara una parte del plan de infraestructuras educativas. El compromiso era que este año se abonara la totalidad, 42 millones. ¿Se sabe cuándo va a llegar ese dinero finalmente?

Espero que sea cuanto antes. La consejera ha tenido mucho interés desde que llegó el nuevo Gobierno al Estado en mantener una comunicación fluida y constante con los responsables del Ministerio. Yo deseaba que ese convenio se firmara antes del verano, porque los presupuestos están firmados desde junio. Y no solo no se ha firmado, sino que se ha instado a una nueva reunión o encuentro en septiembre para la firma del documento. Yo habría deseado y esperado que este nuevo Gobierno que empezaba, a sabiendas de cómo era todo el escenario político y económico, firmara no solo este convenio, que es el que a mí más me importa, sino el de obras hidráulicas o el de infraestructuras turísticas, que como ciudadana también me importan. Firme usted todos los convenios y váyase luego de vacaciones.

¿Confía en que se prorrogue a 2019 el plan para así tener más tiempo para ejecutar el dinero?

Hemos pedido eso y también que, además de prorrogarse, el convenio se firme con carácter plurianual. Eliminaron el PIEC por la mayoría absoluta del Gobierno anterior y ahora, con la influencia que ha tenido Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, hemos podido marcar una agenda canaria, que incluye el PIEC y otros planes. Esa influencia que hemos tenido, permítanme ejecutarla, que no se convierta en el 75% del descuento de residentes, que es mi temor.

¿En qué obras priorizarán el PIEC?

Tenemos que acometer muchas obras de accesibilidad. Seguir ejecutando muchos techados de canchas deportivas o de instalación de zonas de sombra; construir y adecentar nuevos centros; rehabilitar infraestructuras con más de 50 años; crear comedores escolares; aulas enclave; reformar instalaciones eléctricas; eliminar aulas modulares en mal estado? Este verano estamos ejecutando 16 aulas enclave nuevas para dar respuesta al alumnado precisamente con más necesidades. Además, queremos intentar dotar a todos los centros que lo soliciten de comedor escolar, porque entendemos que es un servicio complementario que las familias demandan muchísimo porque ayuda, ahora que hay más empleo, a la conciliación laboral y familiar. En la parte de equipamiento ya tenemos previstos varios concursos.

La consejera cifró el año pasado en 500 millones las necesidades en infraestructuras educativas en los próximos diez años. Aun con los 42 millones del PIEC, cumplir con esas necesidades exige un esfuerzo considerable de la Comunidad Autónoma.

Sí, pero no cabe duda que disponer del PIEC con carácter plurianual sería una ayuda fantástica. Si, además, se permitiera usar el superávit que se va generando cada año y que el Gobierno de Canarias determina que se invierta en educación, sanidad y políticas sociales, podríamos dar respuesta a estas necesidades. Porque lo que también es verdad es que por la crisis y la ausencia del PIEC no se pudo hacer frente a las necesidades que tenía esta tierra en materia de infraestructura educativa.