El final del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos afecta en la provincia de Las Palmas a una decena de barcos, sobre todo a la flota atunera de Lanzarote, que ya estaba sufriendo las consecuencias de una "pésima" campaña de túnidos.

El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la provincia oriental de Canarias, Gabriel Jiménez, ha explicado a Efe que seis atuneros de Lanzarote y cuatro barcos dedicados a especies demersales con base en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria se van a ver forzados a parar temporalmente, mientras Bruselas y Rabat negocian un nuevo acuerdo.

El resto de la flota de bajura de la provincia de Las Palmas faena en aguas próximas a las islas, por lo que su actividad no está condicionada a las licencias que concede por Marruecos.

Jiménez confía en que la situación de acuerdo pesquero con Marruecos se reconduzca pronto, porque, de lo contrario, los pesqueros directamente afectados van a necesitar ayudas.

El también patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Agaete (Gran Canaria) subraya que la situación es especialmente crítica para la flota atunera de Lanzarote, que ha visto este año cómo sus capturas se reducen drásticamente y, ahora, pierde uno de sus caladeros.

Gabriel Jiménez denuncia que los pesqueros de Canarias apenas están capturando este año túnidos porque la flota internacional que faenaba hace años en el Índico se ha desplazado a Mauritania y allí ha formado "literalmente una barrera" que impide a los atunes seguir sus ciclos migratorios hacia el norte.

"Nos está afectando mucho en Canarias y también le afecta de forma importante a Madeira (Portugal), donde también hay barcos de Canarias con permiso para faenar", apunta Jiménez.

En el caso de los atuneros canarios, el cierre de las aguas de Marruecos significa que "en este momento no hay alternativas", remarca Jiménez.