El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria ha incorporado dos sistemas de detección de metales con avisos lumínicos LED en la entrada de las salas de exploraciones de los equipos de resonancia magnética para evitar introducir elementos ferromagnéticos que podrían alterar su funcionamiento.

La resonancia magnética es un tipo de prueba que permite a los profesionales diagnosticar diferentes patologías del cuerpo humano a través de imágenes que se obtienen a través del uso de ondas de radiofrecuencia y campos magnéticos generados por un potente imán sin emplear rayos X. En 2017, los profesionales del Servicio de Radiología de La Candelaria efectuaron 9.788 estudios de resonancias magnéticas.

Debido a sus particularidades técnicas, ni los pacientes ni los operarios deben portar durante su realización ningún objeto metálico ferromagnético que pueda ser susceptible de ser atraído por el imán, ya que provocaría un efecto de succión de gran impacto. Incluso los dispositivos electrónicos o móviles pueden ver alterado su funcionamiento por los campos electromagnéticos.

Para reforzar el protocolo existente y las medidas de seguridad antes y durante la realización de las pruebas, el servicio de Radiología, con el asesoramiento de Ingeniería del Hospital de La Candelaria, han instalado en la puerta de entrada de las salas de exploración de los dos equipos de resonancias magnéticas dos sistemas que actúan como detector de metales para evitar introducir elementos ferromagnéticos.

Este sistema emite dos avisos, uno acústico para frenar el paso a la sala si se lleva por despiste este tipo de objetos metálicos. La segunda señal es lumínica, tipo LED, cuyo funcionamiento es similar al de un semáforo, activando el color rojo para prohibir la entrada y emitiendo luz verde si todo es correcto.