El que fuera secretario de Organización del PSOE canario, exdiputado regional y dirigente clave del partido en La Gomera, Julio Cruz, no ve motivos para pedirle disculpas al presidente del Cabildo gomero y portavoz de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento regional tras el archivo definitivo de lo que se denominó operación Telaraña. Frente a la petición de Curbelo de que ciertos dirigentes socialistas, al menos, le pidieran perdón por lo que dijeron en su día de este caso y de su persona, Cruz sostiene que, en ningún momento, hizo aseveraciones o acusaciones de índole personal, sino que se limitó a seguir la decisión de la Ejecutiva Federal del PSOE, "que entonces ya dirigía el que, curiosamente, ahora es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez", de que Curbelo no liderase ninguna lista en las elecciones de 2015 por su imputación por esta causa y, a su vez, por su situación en el club de copas de Madrid.

La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, en un auto del pasado mes de junio, decidió por unanimidad de su presidente y ponente Jaime Requena y los magistrados Fernando Paredes y Esther Nereida García el archivo definitivo del caso "Telaraña" al no detectar pruebas para mantener las acusaciones. Corroboraba así la decisión previa del 25 de septiembre de 2016 del juzgado de instrucción único de la capital gomera, San Sebastián, que no halló pruebas de los supuestos delitos y exculpó a Curbelo, acordando el sobreseimiento.

Sin embargo, las acusaciones presentaron sendos recursos que, ahora, también han sido rechazados. En declaraciones a El Día, Curbelo se mostró la semana pasada muy satisfecho por la conclusión de lo que, en el fondo, no fue, a su juicio, más que una gran operación para derrotarlo política, jurídica y personalmente. No obstante, recalcó su disposición a tender la mano al PSOE, aunque, eso sí, remarcó que ciertos dirigentes, como Julio Cruz o el exsecretario de Organización del PSOE a escala estatal César Luena y la eurodiputada Elena Valenciano debían pedirle disculpas por lo que dijeron en su día de esta causa y de su quehacer político. Además, anunció que enviaría cartas para solicitarle lo mismo a otros dirigentes, si bien puso especial énfasis en estos tres.

En declaraciones a El Día, Cruz indicó el pasado viernes que, en su visión, esas disculpas no tienen sentido porque, al igual que ocurrió con otros socialistas canarios y del resto de país que no pudieron presentarse a las elecciones en 2015, como el exalcalde de La Victoria de Acentejo Manuel Correa, Curbelo incumplía el requisito de no estar imputado en ninguna causa.

Cruz recuerda que, en realidad, fue una decisión de Ferraz que trascendió al partido en las Islas y que afectó "a muchos compañeros". Por eso, no entiende el especial interés de Curbelo en pedir que él se disculpe y subraya que la decisión partió del propio Pedro Sánchez.

Además, dice que, desde entonces, Curbelo le retiró la palabra y decidió presentarse "por unas siglas (ASG) que había creado hacía ya años junto a otras personas", algo que, en su opinión, es muy significativo.

Cruz admite que no ha hablado con el presidente gomero desde que este periódico publicase el archivo de la causa y reconoce también que, según sus impresiones, resulta imposible una reconciliación que permita una vuelta al PSOE o una coalición que combine ambos partidos con un guión en medio: PSOE-ASG o al revés. Incluso, cree muy difícil un pacto postelectoral en función de la aritmética parlamentaria.

También subraya que Curbelo nunca fue expulsado del partido y que, si se le abrió un expediente de suspensión, "debe saberlo él porque eso solo se le envía desde la Federal a los afectados".

Por el contrario, Curbelo considera que, si bien el PSOE es "una organización muy grande que no merece ser mezclada en esto", sí que hubo diversos dirigentes que no respetaron su presunción de inocencia, que se dejaron llevar por unas acusaciones que él siempre negó y, al menos, no le creyeron y le censuraron sin motivo ni medida para, al final, confirmarse su vaticinio de que todo quedaría en nada.

El Día contactó el viernes con el entorno de César Luena, que rehusó hacer declaraciones sobre esta cuestión.

El "desequilibrado" trato mediático en cada etapa

En sus declaraciones a este periódico, Curbelo lamentó lo que, a su juicio, es una constante en los medios de comunicación: el diferente trato que sufren los políticos cuando son acusados por cualquier posible delito y acaban imputados del que reciben cuando son exculpados. Según subraya, el trato es totalmente "desequilibrado" y no se trata igual las imputaciones o investigaciones iniciales, "que suelen salir muy grandes y en portada", al tratamiento que se da luego cuando se confirma el archivo y la exculpación definitiva. Curbelo tiene claro que la corrupción es muy grave, que el país ha ido ganando conciencia de eso y que debe censurarse, denunciarse e investigarse a fondo. No obstante, por salud democrática y deontología periodística, cree también que los medios deberían ser más justos en sus tratamientos de la presunción de inocencia y cuando los casos que difunden con profusión acaban quedando en nada o se diluyen en gran parte. Por la operación Telaraña, Curbelo fue imputado por 4 presuntos delitos de cohecho por una operación societaria y por un terreno en Las Petroleras o El Revolcadero (Alajeró) que, supuestamente, le reportaron beneficios ilícitamente, lo que la justicia cree no probado.