La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado celebró ayer la supresión del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Fuerteventura, una instalación de carácter policial no penitenciaria creada en 2003 para alojar a los inmigrantes que llegaban a las Islas Canarias y que está vacío desde el año 2012, pese a que sigue generando gastos a la Administración.

No obstante, la organización considera el cierre de este CIE "un gesto vacío si no va acompañado de medidas serias en materia de política de extranjería". Así, indicó que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, puede hacer gestos "que son agradecidos", pero avisó de que por si solos "no solucionan el grave incumplimiento de los Derechos Humanos ni las múltiples irregularidades" que, le consta, fueron cometidas en estos centros.

En este sentido, pidió al titular de la cartera de Interior que "clarifique de una vez por todas" sus planes en materia de los Centros de Internamiento de Extranjeros y las vías que contempla su Departamento en esta materia, "sobre todo, tras saber que en concurso con Francia pretende hacer unos CIE 2.0 también para personas potenciales solicitantes de asilo".

"Contener el gasto, que es lo que ha realizado con ese cierre, es positivo y simbólico, pero es un gesto vacío si no suprime el resto y presenta un plan dialogado con todas las ONG y estructuras del sector", afirmó el presidente de la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, Daniel Méndez.

Según señaló la ONG, el Gobierno de Mariano Rajoy "ha dejado en herencia" al Ejecutivo de Pedro Sánchez "seis CIE que se unen a los tres que proyectó el exministro de Interior Juan Ignacio Zoido".

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