La alianza electoral anunciada entre CC y Unidos por Gran Canaria, formación que lidera el exdirigente del PP canario José Miguel Bravo de Laguna, no solo se ha topado con alguna voz crítica en CC, sobre todo desde Fuerteventura, sino que es concebida por el portavoz parlamentario y máximo mandatario de Nueva Canarias, Román Rodríguez, como un obstáculo ya insalvable para que los nacionalistas canarios puedan confluir ante las elecciones de 2019. Sin embargo, esta reacción la conciben en CC como una excusa y se considera que la autentica barrera se llama Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria.

En declaraciones a EL DÍA, Rodríguez asegura que, "si ya era difícil antes, ahora es prácticamente imposible" ese acuerdo. A su juicio, una aliaza con CC tras este pacto en Gran Canaria sería una contradicción ideológica clara, "ya que Bravo de Laguna, con el que personalmente me llevo muy bien, representa, sin embargo, un claro españolismo de derechas".

Rodríguez admite que se estaban produciendo algunos contactos, sondeos o conversaciones entre CC y su formación para analizar las posibilidades ante los comicios regionales y locales del próximo año. Pese a las claras divergencias existentes con cuestiones como la ley del suelo, la de Islas Verdes, renta básica, el gas ciudad o la ley electoral, el líder de NC no descartaba alguna aproximación. No obstante, "y como suele pasar con CC, enseguida dan estos pasos y lo hace imposible".

A su juicio, el pacto entre CC y Bravo de Laguna solo se entiende si se enlaza "con el discurso de Ana Oramas en el congreso durante la moción de censura contra Rajoy", argumentario que cree que liga claramente con la visión conservadora que tiene Unidos por Gran Canaria de la sociedad.

Aunque dicho pacto ha creado malestar en CC en Fuerteventura, según reconocen a El Día fuentes de la formación, todo apunta a que será respaldado por el Consejo Político. Además, se subraya que, pese a que no se entiende desde el punto de vista ideológico por la trayectoria del expolítico popular, el acuerdo se circunscribe a Gran canaria. En este sentido, y pese a que CC en Fuerteventura se mostró en contra en su permanente insular, se respeta la autonomía de CC en cada isla.

Eso sí, dichas fuentes consideran que el argumento que da ahora Rodríguez para presentar como imposible la confluencia nacionalista es solo "una excusa". Para estas fuentes, la clave de esa imposibilidad se debe más a cuestiones personales y, sobre todo, a la visión del presidente del cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que a este reciente acuerdo electoral o temáticas concretas.

Otras fuentes de CC y también del PNC confirman que la formación aceptará el acuerdo, al entender que se limita a Gran Canaria y que se trata de una isla en la que necesitan buscar reimpulsos que incrementen las opciones en las urnas por los últimos años.

Lanzarote sí respalda el acuerdo y recuerda al PIL

Aparte de CC en Fuerteventura, diversas fuentes apuntaron a El Día que el pacto con Unidos por Gran Canaria había desconcertado y despertado rechazo también en islas como Lanzarote. Sin embargo, el diputado regional por esta Isla y miembro de la mesa parlamentario, David de La Hoz, así como la también parlamentaria autonómica y secretaria del partido en la Isla Conejera, Migdalia Machín, negaron ayer ese extremo a este periódico y lo limitaron a la autonomía de la formación en cada isla. De La Hoz fue más allá y critica a NC por dar por imposible una alianza global nacionalista olvidando sus pactos con el PIL.