La mayoría de las dolencias derivadas de los riesgos psicosociales en el puesto de trabajo son catalogadas como comunes y no son tratadas por las mutuas, sino por los servicios públicos de salud. La falta de información sobre estos riesgos y la ausencia de protocolos que permitan detectarlos y abordarlos agrava una situación que tiene su origen, sobre todo, en una deficiente organización del trabajo y en la colisión entre las exigencias laborales y las de la vida personal y familiar.

La advertencia fue lanzada ayer por Comisiones Obreras, que ha emprendido una campaña destinada a difundir la necesidad de tratar de forma adecuada los riesgos psicosociales en el trabajo -y, en concreto, el acoso- y de mejorar su evaluación. "En la evaluación de riesgos físicos se ha avanzado, pero los psicosociales no se trabajan tanto", afirmó Carmen Marrero, secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO en el acto de presentación de esta campaña, celebrado durante unas jornadas que se desarrollaron en el edificio sindical de Santa Cruz de Tenerife.

Aunque los riesgos psicosociales "siempre han existido" -continuó Marrero-, la crisis y el consiguiente proceso de precarización del trabajo y recorte de las plantillas los han acentuado. La presión y el estrés derivan en trastornos gastrointestinales, musculoesqueléticos o del sistema inmunológico que no siempre son tratados como dolencias laborales, indicó la dirigente sindical.

El director general de Trabajo del Gobierno de Canarias, José Miguel González, destacó la importancia de que los trabajadores conozcan los riesgos a los que están expuestos desde que firman el contrato, algo que es "más sencillo" con los de tipo físico pero menos con los psicosociales. En este sentido, González informó de que la Mesa Técnica de Enfermedades Profesionales -en la que está representado el Ejecutivo- prepara un protocolo para identificar las patologías que "pudieran tener un origen laboral".