Un total de 145 animales resultaron afectados por el uso ilegal de venenos en Canarias en 2017, según datos facilitados por la Consejería de Política Territorial.

En la mayoría de los casos, los animales afectados fueron aves (113) y entre las especies silvestres la más perjudicada fue el cuervo, con 24 ejemplares, junto al cernícalo y el búho chico, además de especies amenazadas como el guirre.

También se registraron 28 casos de animales domésticos afectados, especialmente perros y gatos, según se desprende de la investigación de los incidentes, realizada por los agentes de medio ambiente de los cabildos y parques nacionales y por el Seprona de la Guardia Civil.

La principal causa del uso de estos venenos es el control de roedores, depredadores de especies cinegéticas y el control de daños en explotaciones agrícolas.

Según los datos del Servicio de Toxicología y Analítica de la ULPGC, donde se realizan todas las pruebas toxicológicas, en 2017 se analizaron en Canarias un total de 104 incidentes en seis islas, todas menos El Hierro, y destaca la isla de Tenerife, con 47 casos analizados, Gran Canaria, con 23, y Fuerteventura, con 20.

El 35,57% de los incidentes investigados resultó positivo por algún tipo de sustancia tóxica y en 22 casos se detectaron rodenticidas anticoagulantes en 22 casos, 16 de los cuales se relaciona directamente con la muerte de animales.

Se detectaron 14 sustancias tóxicas, algunas prohibidas como el carbofurano (implicado en ocho casos) y el aldicarb (dos casos), seguidas por rodenticidas como la bromadiolona o el brodifacoum.

La isla con mayor número de casos positivos de envenenamiento fue Tenerife (21), seguida por Gran Canaria (7) y La Gomera (2).

La Consejería de Política Territorial está impulsando protocolos de actuación contra el uso ilegal del veneno en el medio natural canario a través del Servicio de Biodiversidad de la Viceconsejería de Medio Ambiente, y hoy se ha celebrado la segunda reunión de la coordinación regional de la Estrategia para la erradicación del uso ilegal de veneno en el medio no urbano de Canarias.