La evolución, transformación y desarrollo que ha experimentado Canarias en cuatro décadas de democracia han sido realmente extraordinarios, y deben llenarnos de orgullo en la celebración de un día como el de hoy.

En la década de los setenta, cuando se iniciaba la Transición, la población de las Islas rondaba el millón de habitantes. Hoy somos más de dos millones de canarios. Nuestra población se ha duplicado en este tiempo. Y este crecimiento, en un espacio limitado, fragmentado y alejado como el nuestro, ha tenido un enorme impacto en el desarrollo económico y social.

En los años setenta Canarias recibía anualmente unos dos millones de turistas. Fuimos pioneros del turismo en nuestro país. Hoy, aquellos dos millones se han convertido en casi 16 millones de visitantes. Hemos multiplicado por ocho la cifra. Somos una de las grandes regiones turísticas de Europa y del mundo.

El cambio económico y social en Canarias en los últimos cuarenta años ha sido enorme, en infraestructuras, en servicios, en calidad de vida? Hemos pasado de ser una tierra de emigrantes a una región de acogida, y esa evolución se ha debido principalmente al esfuerzo de los propios canarios.

En estas cuatro décadas de democracia, dos acontecimientos históricos marcaron el camino, y todavía hoy lo siguen marcando: el acceso al autogobierno en 1982, y la integración en la Unión Europea en 1986. Autonomía y Europa son las dos palabras clave para entender la era de mayor prosperidad que han vivido las Islas a lo largo de su historia.

Y en esos dos acontecimientos históricos el papel del Partido Popular ha sido fundamental, porque el estatus especial de Canarias como región ultraperiférica no habría sido posible sin la solidaridad de nuestro partido en toda España y sin la influencia de nuestra organización en Europa.

El rol del Partido Popular ha sido determinante en Canarias y lo va a seguir siendo, porque sin nuestro compromiso tampoco habría sido posible el reconocimiento de la doble insularidad y la consolidación de nuestro estatus fiscal dentro de la Unión, que hoy están recogidos en la reforma del Régimen Económico y Fiscal que estamos a punto de culminar en las Cortes Generales.

La estabilidad y la centralidad políticas son las dos grandes aportaciones que ha hecho el Partido Popular a la prosperidad de Canarias. Hemos sido un contrapeso constante frente a los vaivenes de los otros dos grandes bloques políticos que han convivido estos años en el Archipiélago, el insularismo nacionalista y el socialismo.

Y vamos a seguir siéndolo a pesar de los pesares. Hemos demostrado ser un proyecto político que sabe gobernar y que sabe hacer oposición, buena oposición; orgullosos de nuestra condición de canarios, pero profundamente enraizados en un proyecto nacional en el que creemos, que se llama España, y en un proyecto que sentimos como propio, que se llama Europa.

Después de cuatro años consecutivos de crecimiento, se abre una nueva etapa económica y social para las Islas, pero seguimos teniendo ante nosotros tres retos ineludibles: el empleo, la lucha contra la exclusión social y la mejora de la calidad de los servicios públicos. Y esos retos solo pueden afrontarse con una profunda reforma de nuestra administración pública autonómica, y con una apuesta decidida por la diversificación de nuestro modelo productivo y la internacionalización de nuestra economía.

Ese es exactamente el compromiso del Partido Popular, mejorar la calidad de vida de los canarios. Y para renovar ese compromiso, no hay mejor día que el de hoy.

¡Feliz Día de Canarias!