Se acabó "el mito" del 10% de autoabastecimiento en Canarias. La Consejería de Agricultura del Gobierno regional presentó ayer una herramienta que permite medir qué parte de la producción alimentaria comercializada en las Islas ha sido producida o elaborada en la Comunidad Autónoma. Referido al periodo comprendido entre 2012 y 2016, el estudio concluye que los alimentos producidos en el Archipiélago supusieron el 20,1% del valor comercial total de los que se pusieron a la venta, el 34% de su peso comestible y solo el 9% de su valor energético.

Estos datos son los más conservadores, puesto que incluyen únicamente lo producido en Canarias y lo transformado a partir de productos autóctonos. Dejan fuera, por lo tanto, la industria agroalimentaria que transforma en las Islas productos venidos del exterior, lo que también se considera producción local. Si se tiene esto en cuenta, los grados de autoabastecimiento se elevan hasta el 35% del valor económico, el 59,3% del peso comestible y el 29,8% del valor energético. También es necesario considerar que tres cuartas partes de lo que se consume en Canarias son productos agroalimentarios transformados.

Además de celebrar la ruptura del "mito" del 10% -que se ha escuchado "durante años" pero cuyos "criterios técnicos" se desconocen-, el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, avanzó que la herramienta -diseñada por profesores de la Universidad de La Laguna (ULL) en colaboración con técnicos de la propia consejería y del Instituto Canario de Estadística (Istac)- servirá de base para aplicar políticas que aumenten los niveles de autoabastecimiento y permitirá "verificar" cómo evolucionan estos objetivos en el futuro. Quintero recordó que "es imposible tener el 100% de todo, porque hay productos que no se producen en Canarias y otros que no se pueden producir en demasía", ya que equivaldría a poner en cultivo un suelo agrario del que el Archipiélago carece.

"No evaluamos la capacidad de autoabastecimiento, sino qué parte de lo que se consume se produce localmente", precisó Dirk Godenau, del Departamento de Economía Aplicada y Métodos Cuantitativos de la ULL, quien, junto a su compañero José Juan Cáceres, expuso los resultados y la metodología del informe. La investigación desarrollada se ha centrado en 300 tipos de alimentos incluidos en varios grupos: productos no transformados -vegetales, ganaderos y pesqueros- y productos de la industria alimentaria.

De los resultados obtenidos con la herramienta presentada ayer se desprende una gran desigualdad entre productos alimentarios. Las frutas tropicales como el plátano, el aguacate, la papaya y el mango alcanzan el 100% de autoabastecimiento, entre otras cosas porque su importación no está permitida. El tomate llega al 90%, las hortalizas al 66%, la papa al 61% y la lechuga al 97%. El total de los productos vegetales no transformados roza el 55%.

Cuando se trata de ganadería y no de agricultura, los índices de autoconsumo de productos propios son muy inferiores. Así, la carne de bovino supone un 6% en términos de valor económico, la de ovino y caprino un 17%, la de porcino un 12%, la de ave un 27% y la de conejo un 12%.

Los niveles de autoabastecimiento son considerablemente más elevados en el caso de la pesca. El 75% del pescado fresco que se consume en el Archipiélago es de origen local, una proporción que, cuando se trata de los atunes y el pescado azul (sardina, caballa) se acerca al 99%. Sin embargo, el consumo de pescado congelado, en el que no hay casi presencia del producto local, es muy superior al de pescado fresco. Esto, concluyó Quintero, pone de manifiesto que a Canarias le falta una industria agroalimentaria de transformación de estos productos.

La intención del Gobierno es emplear la herramienta como una vía para ampliar los niveles de autoabastecimiento en Canarias. En este sentido, Dirk Godenau subrayó la "contradicción aparente" que representa el hecho de que los productos donde los índices son mayores son también aquellos en los que resulta más fácil incrementarlos, como consecuencia de que ya existe una especialización en ellos. Coincide, además, con que se trata de vegetales sin transformación, unos productos saludables cuyo consumo interesa promover.

Los investigadores puntualizaron que esta herramienta no se dirige a determinar si el nivel de autoabastecimiento "es suficiente o no", dado que esto corresponde a "la sociedad canaria y sus representantes". También insistieron en que no es conveniente hacer comparaciones con otros territorios, sino que "la mejor comparación es a lo largo del tiempo, con uno mismo y con la misma metodología".