Antes de que le dijeran nada, sobre todo desde Podemos, Pedro Anatael Meneses (PSOE), doctor en Marina Civil y expresidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, admitió ayer, en la comisión parlamentaria que estudia la situación del transporte en Canarias, que lo que estaba diciendo podía sorprender. Y es que, frente a su contundente y argumentada oposición durante años al puerto de Granadilla, ayer instó a los grupos no solo a aprovechar esta instalación y la de Arinaga (Agüimes, Gran Canaria), sino a completarlas y posibilitar que se concluya el eje del transporte intermodal que planificó e inició Adán Martín como presidente, pero que aún tiene partes pendientes.
Para satisfacción de David Cabrera (CC), Meneses subrayó que no le duele reconocer el acierto de Martín, aunque, eso sí, dijo que su cambio sobre Granadilla se debe simplemente a que ya está hecho. Pidió, además, que se aprovechen varios instrumentos para descargar el paso de camiones con mercancías desde los puertos de Santa Cruz y La Luz al resto de estas islas (especialmente hacia el Sur), con lo que se están colapsando autopistas como la TF-1 y GC-1.
Entre esas medidas, destacó el nuevo REF, toda vez que el transporte de la mercancía hacia Granadilla y Arinaga se haría mediante embarcaciones lanzadera que tendrían un coste 0. Asimismo, aludió a las ayudas que está dando la UE para estos cabotajes de corta distancia y para fomentar el uso de buques que no se muevan solo con fuel, diesel o el equivalente al queroseno, sino con gas natural líquido, así como mediante alternativas eléctricas o con hidrógeno.
Subrayó, a su vez, que estos cabotajes no requieren nuevas grúas en los puertos y remarcó la idea de Martín de plataformas entre islas que le den continuidad a las vías, de forma que se pueda ir de una a otra sin casi salir del vehículo (pasajeros incluidos). Sobre esto, remarcó que los puertos, sobre todo los grandes, ya no solo son áreas de carga y descarga, sino de almacenamiento y más bien zonas industriales y de transformación.
A su juicio, y de cuajar este planteamiento, el de La Luz y Santa Cruz seguirían como puertos estatales, mientras que los otros principales del resto de islas pasarían a englobar la red regional. Según resaltó, la importancia de reducir el transporte terrestre, por ejemplo, en Tenerife se refleja perfectamente en que solo un cliente de Granadilla mueve al día 40 contenedores. Eso sí, avisó de que todo esto requiere cambios en la ley de Transporte Marítimo y del REF.
La Luz lidera la exportación e importación con gran margen
Aunque usando datos oficiales del Gobierno canario, según aclaró luego, Meneses arrancó su intervención ayer con un desfase que llamó mucho la atención a los distintos grupos: que el puerto de Las Palmas colma el 79% de las exportaciones por mar en las Islas y el 68% de las importaciones, quedando el de Santa Cruz en torno al 20 y 23%. Según recalcó, en esto influye sobre todo el transporte de combustibles, también de aviones y barcos, así como el hecho de que empresas como el Corte Inglés o la mayoría de las grandes superficies usan La Luz para su avituallamiento, por mucho que luego parte de esa mercancía sí vaya a Tenerife y otras islas.
El 85% de la mercancía se queda en la capital o comarca Sur
Otro dato que sorprendió, pero que refleja el declive desde hace mucho de las comarcas norteñas de las dos islas capitalinas, es que el 85% de la mercancía que entra por los dos grandes puertos se quedan en las áreas metropolitanas o se van al Sur. De ahí, por ejemplo, que, si se usa más Arinaga, se colapsaría menos Las Palmas en el trasvase de productos a Telde.