Cincuenta años, 51 promociones y casi 3.000 egresados. Los estudios de Biología nacieron hace medio siglo en la Universidad de La Laguna (ULL), en forma de "sección", como respuesta a una demanda social y su existencia ha sido decisiva para conformar la sensibilidad ambiental de la ciudadanía canaria. Hoy hay un máster que recibe alumnos extranjeros cada año, una nueva titulación vinculada a Biología -Ciencias Ambientales- y la mayor parte del territorio en las Islas está protegida. Para el decano de la Facultad de Ciencias, Néstor Torres Darias, todo esto no es casualidad, sino fruto del convencimiento que ha existido en Canarias de que esta disciplina era clave para entender el origen de la vida y, al mismo tiempo, para decidir cómo queríamos vivir.

"Canarias es un territorio frágil, fragmentado y con una gran riqueza de ecosistemas, pero, al mismo tiempo, la base de su economía es el turismo, que es una industria que tiende a ser depredadora. Sin estos casi 3.000 biólogos que han salido de nuestras aulas, Canarias sería un territorio que no conoceríamos", asegura.

El decano está convencido de que todos estos profesionales han contribuido a crear "la sensibilidad medioambiental" que hoy existe. "Los egresados han clamado por la defensa del medio ambiente; por eso hoy tenemos cerca del 80% del territorio protegido, con distintos niveles de exigencia".

Los estudios se implantaron en la ULL gracias a la preocupación de Antonio González, que entonces era rector y "supo ver la relevancia que tendrían, dada la gran riqueza de las Islas en términos de biodiversidad, que ya entonces eran objeto de enorme interés, tanto científico como ambiental".

El profesor Gonzalo Lozano, experto en Biología Marina, que hizo parte de su carrera en Tenerife y acabó siendo decano del centro donde hoy sigue impartiendo docencia, recuerda a la perfección cómo influyó el liderazgo del rector Antonio González, que defendió en Madrid, ante Manuel Lora-Tamayo -que era ministro de Educación y había sido su mentor- la necesidad que tenía Canarias en la biología. Esas negociaciones ocurrieron en 1966, estuvieron muy relacionadas con la importancia de la pesca y el banco canario-sahariano y fueron el germen de la futura sección de Biología.

Sin embargo, no fue hasta unos cuantos años más tarde, a principios de los 80 -después de que la Facultad de Ciencias se disgregara y Biología, Matemáticas y Química se convirtieran en facultades- cuando se implantó la especialidad de Biología Marina.

Esa decisión hizo que la de La Laguna se convirtiera en la única universidad de toda España donde se podía estudiar esta especialidad. Por eso, todavía hoy es normal encontrar a muchos biólogos marinos en la Península que se licenciaron en Tenerife. Es el caso del actual director en Madrid del Instituto Español de Oceanografía (IEO), pero también de muchos biólogos vascos, a los que entonces el terrorismo obligaba a dejar sus hogares.

Las instalaciones que han acogido los estudios también han ido evolucionando en este tiempo. "Al principio estábamos en el sótano del Edificio Central. Eran unos espacios cochambrosos", recuerda el profesor.

También se han transformado los planes de estudios, que se han actualizado en varias ocasiones y que en estos momentos vuelven a hacerlo para incorporar sugerencias de la Agencia Nacional de Acreditación.

Para explicar la relevancia que tiene el territorio insular para la ciencia, Néstor Torres compara la materia prima de la astrofísica con la de la biología. "Cuando miramos los cielos de Canarias somos conscientes de que tienen un interés científico evidente, pero si miramos al suelo y al mar deberíamos pensar lo mismo. Los ecosistemas que se dan en Canarias son únicos, tanto en el medio marino como terrestre".

Antes, las salidas laborales que tenía un titulado en Biología pasaban por dar clase en la Universidad o en Secundaria, pero hoy las opciones se han multiplicado. Ha sido posible, en gran parte, gracias a la labor del Colegio Oficial de Biólogos de Canarias, cuya vida ha corrido paralela a la de los propios estudios.

En la década de los 90, cuando era decano Wolfredo Wildpret, se estableció en unos locales de la facultad, y sus juntas directivas han luchado para que los biólogos accedan a áreas que antes tenían vedadas. También el colegio, junto con un grupo de profesores, ha contribuido a que mañana se celebre un acto en la Facultad de Ciencias para rendir homenaje a estos 50 años de historia.

En esa conmemoración, José Regidor, exrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y biólogo por la Universidad de La Laguna, será nombrado "colegiado de honor". Él, igual que el actual rector de la ULPGC, Rafael Robaina, o la exrectora del centro de Aguere, Marisa Tejedor, fueron estudiantes de Biológicas. Todos ellos y el resto de esos 3.000 biólogos han conformado la mirada que tiene Canarias de sí misma. "A veces decimos a los políticos cosas que no les gustan, pero siempre damos argumentos", termina Lozano.

Néstor Torres Darias

decano de la facultad de ciencias de la ull