El acuario Poema del Mar ha puesto en marcha una colaboración con el Cabildo de Gran Canaria para que las tortugas heridas o enfermas que recuperan sus veterinarios recobren fuerzas antes de volver al océano en el tanque especial de que dispone el centro para este tipo de especies.

El acuario del grupo Loro Parque cuenta desde su inauguración con un tanque diseñado para tortugas marinas, un espacio que acaban de estrenar dos ejemplares curados por el Centro de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, una de las referencias en Europa en la atención veterinaria a la tortuga boba (Caretta caretta).

Este Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, al que envían tortugas enfermas, heridas o extraviadas desde países de toda la costa atlántica europea, empleaba hasta ahora unos tanques plásticos situados en el puerto de Taliarte, donde estos animales pasaban su último periodo de adaptación para regresar a la naturaleza.

Sin embargo, esos tanques tenían muchas limitaciones, ya que son recipientes de apenas un metro de profundidad y cuatro metros de diámetro, insuficientes para que estos animales puedan nadar, fortalecer músculos y recuperar todos sus comportamientos habituales, explicó el veterinario Pascual Calabuig, el especialista del Cabildo de Gran Canaria en recuperación de fauna.

En cambio, en el acuario Poema del Mar disponen de un tanque profundo, con corrientes que fortalecen sus músculos, agua a una temperatura más alta, como la que encuentran en sus lugares de origen, e incluso una pequeña playa pensada para un objetivo futuro aún más ambicioso: intentar su reproducción en cautividad.

Ahora, el espacio no tiene tortugas "residentes", sino en estancias de recuperación. De hecho, los dos ejemplares que han podido ver estas semanas los visitantes del Poema del Mar tienen una historia muy accidentada.