Las familias vinculadas al Aula de Psicomotricidad de la Universidad de La Laguna (ULL) manifestaron su malestar ayer por que el centro aún no les haya devuelto parte de los costes del servicio que abonaron en 2017, y para lo que el centro recibió una partida de la Consejería de Sanidad.

Los padres se reunieron antes de Semana Santa con los responsables de la institución académica, después de que la dirección del Aula anunciara que el servicio cerraría cuando acabara este curso tras más de 25 años en activo. Las razones de esta decisión las vincularon a los problemas burocráticos y las dificultades para pagar en tiempo y forma los salarios de los terapeutas. Entonces, según explicaron los padres, el centro se comprometió a abonar esos costes durante la primera semana de abril.

La Universidad de La Laguna, a través de su Fundación General, se ha comprometido a abonar estas cuantías "a lo largo de esta semana", según confirmó ayer el vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García. El responsable explicó que el retraso se debe a que el procedimiento burocrático exige una serie de trámites individualizados que han dilatado el proceso, pero que la intención del centro es empezar con las devoluciones esta semana.

Protesta en el Parlamento

Los afectados, que han creado el "Colectivo de Familias y Profesionales por la Atención Temprana", han convocado una protesta esta tarde a partir de las 17,30 horas en las puertas del Parlamento de Canarias, coincidiendo con la celebración del pleno. El objetivo de esta acción es seguir reivindicando la necesidad de que el Archipiélago cuente con una red de atención temprana para atender a los menores que padecen diversas patologías asociadas a su desarrollo. Las familias llevan años denunciando que las Islas son la única comunidad autónoma que carece de una red de este tipo. El Gobierno creó hace un año una comisión en la que participan tres consejerías para poner en marcha esta red. Los padres piden más agilidad y que se garantice por ley.