Un grupo formado por cinco nadadores realizarán en el mes de mayo un reto que se afronta por primera vez en el mundo, según sus protagonistas, como es ir nadando de la isla de La Palma a La Gomera, un trayecto de unos 72 kilómetros a cubrir en unas 28 horas.

Como destacó uno de los nadadores, Jonay García, esta travesía es una prueba de gran esfuerzo físico, con una dura preparación previa, que se hace en beneficio de colectivos vulnerables o necesitados.

En esta ocasión, los beneficios irán destinados a la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Tenerife (Apanate), para que puedan seguir dando su servicio especializado, adaptado y dentro de un marco de calidad a las personas con trastorno de espectro autista.

Los dos anteriores retos de este grupo de nadadores fueron la vuelta a la isla de El Hierro y el cruce a nado Tenerife-La Gomera ida y vuelta.

Los nadadores de este tipo de retos destacan que "el deporte (natación, aguas abiertas) no solo está destinado para competir y ganar títulos, sino que también se puede realizar un esfuerzo por el bien de lo más necesitados".

El reto está garantizado porque será realizado por un grupo de nadadores con una gran experiencia en este tipo de travesías de larga distancia, realizando anteriormente todas ellas con un éxito rotundo.

En el mes de mayo de 2018 los nadadores unirán la isla de La Palma con La Gomera con un equipo logístico con el que estarán totalmente cubiertos ante cualquier circunstancia adversa que pueda ocurrir, como barcos de apoyo, profesionales de salvamento marítimo, médicos, fisioterapeutas, coordinadores del evento y todo tipo de sistemas de localización y comunicación. Se realizará con todos los permisos exigidos por Capitanía Marítima, llevando un protocolo de seguridad y de ubicación permanentemente.

El equipo de nadadores lo forman Jonay García, Enrique Fernández, Miguel Ángel Rodríguez, Carlos Alberto Pérez Flores y Adrián Luis Morales. El director de coordinación es Antonio Lemus y Enrique Ledesma es el representante de los nadadores.

Cuando los cinco nadadores se lancen al mar de La Palma, comenzarán a nadar con fuerza para llegar a La Gomera, donde se hará realidad su sueño: haber obtenido los fondos necesarios para comprar un equipo informático (formado por tablet y ordenadores personales) y un vehículo tipo furgón de nueve plazas, que serán de gran utilidad para Apanate.

Como es lógico, para este reto, la ayuda económica en el tejido empresarial canario es importante, por lo que los nadadores harán públicos los diferentes patrocinadores y colaboradores del evento. "La idea es pionera, y el reto será realizado por primera vez por el ser humano con este grupo de auténticos héroes que aúnan sus fuerzas con un fin solidario".

Esta actividad, como dijo Jonay García, potencia la aplicación social con todo lo que conlleva, en un intento de poner al alcance de todos la inserción social en todos sus campos, educativo, deportivo, intelectual o laboral, y en especial a los nadadores, que por su afán de superación merecen toda ayuda y respeto.

Una vez más, este grupo de nadadores solidarios someterán sus cuerpos a un esfuerzo único, pero soportable porque cuando se habla de solidaridad el corazón lo puede todo.