Canarias se encuentra entre las comunidades autónomas con más absentismo laboral justificado, pero al mismo tiempo es la que presenta una tasa más reducida de faltas en el trabajo sin baja médica. Así se desprende del primer boletín trimestral sobre absentismo elaborado por la empresa de empleo temporal Randstad, que cifra en 40.700 el volumen de trabajadores de las Islas que no acudieron a su puesto todos los días que debían hacerlo en el tercer trimestre del pasado año; de ellos, 8.100 (casi el 20%) lo hicieron de forma injustificada.

De esta manera, y según las estimaciones de Randstad, el índice de absentismo -justificado o no- se sitúa en Canarias en el 4,8%, solo por debajo de los registros de País Vasco (5,2%), Castilla y León y Asturias (4,9%) y cerca de un punto por encima de los datos de las regiones mejor situadas (La Rioja, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha). En cambio, cuando lo que se mide son las ausencias sin baja médica, la tasa es solo del 1%, la más baja del país y tres décimas inferior a la media nacional (1,3%).

El estudio de la firma de recursos humanos cuantifica también el coste que para las empresas representa el absentismo, sea con parte de enfermedad o sin ella. En el caso del Archipiélago, esta cantidad asciende a 2.103 millones de euros anuales.

En el conjunto de España, el coste de las faltas laborales supera los 50.200 millones de euros al año, el 4,5% del producto interior bruto (PIB) nacional. Unos 824.000 profesionales no fueron a sus puestos de trabajo en el tercer trimestre de 2017 cuando debían hacerlo. Casi el 30% de ellos -247.000 personas- no contaba con baja médica. El índice de absentismo se redujo en diez comunidades autónomas y creció en las otras siete, entre las que figura Canarias, donde se produjo un alza del 0,45%.

La situación general de las Islas en el panorama del absentismo laboral se reproduce en el sector económico mayoritario de la región, los servicios. Así, presenta uno de los índices más elevados del país cuando se trata de las ausencias en general, un 4,9%, y uno de los más bajos en el caso del absentismo sin justificar, un 1%.

"El absentismo laboral se configura como un problema grave para las empresas españolas, con un impacto directo sobre la productividad y los costes empresariales, lastrando también su competitividad", expone Randstad en su boletín sobre este fenómeno.

Cataluña, Madrid y Andalucía -las comunidades más pobladas- acumulan la mitad del coste que representa el absentismo para el conjunto de las empresas españolas, más de 25.000 millones de euros al año.

La prevención de riesgos y los programas asistenciales, las medidas de conciliación laboral y familiar -sobre todo, la flexibilidad horaria acordada entre empresa y trabajador- y los planes de reducción del estrés y la "presión psicológica" son, a juicio de Randstad, las actuaciones necesarias para mejorar la situación.