El consejero delegado de Dinosol, Javier Puga, defiende en una larga entrevista a EL DÍA que las capacidades de Canarias le permiten competir con los grandes de la política y la economía. "A ilusión y esfuerzo no hay quien nos gane". Aplaude la posición de Fernando Clavijo por la estrategia de diálogo con Madrid y Bruselas y está confiado en un resultado airoso para desgajar el REF de la financiación autonómica. Puga se muestra partidario de una transición energética en favor del gas. Dinosol es una empresa cien por cien canaria, líder en la alimentación de las Islas que da empleo a 8.000 personas.

¿Cuál es su visión sobre la economía española?

Hace pocos años, España era considerado un país problemático para Europa, pero eso ya no es así gracias al plan de reformas que se ha llevado a cabo. Vivimos en un país con mucha actividad que ha despertado un gran interés de los inversores internacionales en todos los sectores, incluidos la industria y la distribución. Y en ese contexto de globalización, Dinosol es una empresa cien por cien canaria que contribuye a la diversificación y desarrollo de las Islas con 8.000 empleados. Creemos en el concepto de una región cohesionada, con igualdad de oportunidades para todos los canarios sin importarnos los costes derivados de la doble insularidad, de forma que los productos indispensables para la cesta de la compra son iguales en cada isla.

¿Y respecto a la evolución de la economía canaria?

Ahora mismo, España ha completado una exitosa recuperación. Canarias figura entre las comunidades más pujantes gracias al auge de su turismo. Soy especialmente optimista con las perspectivas a corto y medio plazo. Como región, creceremos en tasas superiores al 3%, una de las más altas de la Unión Europea.

¿Cómo puede afectar la situación de Cataluña a la actividad económica española?

A nadie se le escapa que lo ocurrido genera tensiones, pero los empresarios anhelamos que se alcance una buena solución que permita mantener los negocios. La experiencia te dice que, al final, la ciudadanía es muy pragmática. Y una cosa son las emociones y otra la vida económica de las empresas y de los trabajadores. Lo deseable es no tomar decisiones con la vista puesta en el corto plazo.

Pero la percepción es que todos los asuntos del país, como la reforma del REF canario, están supeditados al expediente catalán.

Las empresas no marcan la agenda política. Corresponde a los partidos y a las instituciones que legislan. Es posible que haya cierta ralentización, pero eso no quita para que estemos muy atentos a los acontecimientos y tratemos de separar el ruido que generan estos asuntos. Ahora mismo, somos optimistas con la estrategia del presidente Fernando Clavijo en su deseo de que el REF se desvincule de la financiación autonómica para encajarlo, así, en una futura reforma constitucional que dé garantías a nuestras singularidades.

¿Es el camino adecuado?

Lo adecuado es apuntalar el empleo y la reactivación económica. En esa regla, el REF cumple un papel indispensable. Recoge derechos que nutren a todos los sectores. Hace 2 años, los empresarios pedíamos algo más de estabilidad política. En 2017, sugerimos reformas para mejorar la contratación y generar más riqueza. Ahora somos más optimistas y confiamos en una salida airosa al conflicto catalán que evitaría trastocar algunos planes de crecimiento e inversión, donde, por suerte, no es el caso de Canarias.

A Canarias le pesa lo lento que avanza el expediente del REF.

En estos momentos, el REF es una prioridad que nos transmiten con frecuencia el Gobierno, los cabildos, los ayuntamientos, el Parlamento? Me gustaría adornar este debate con otras incertidumbres que nos atañen igual, como el "brexit", la inmigración o la reforma fiscal inconclusa en la UE. El REF, aunque es la viva expresión de nuestra singularidad, no opera al margen de estas realidades. Estamos viviendo hechos históricos y la percepción que tengo es que el presidente Clavijo está en la posición adecuada no arriesgando el diálogo y el encuentro con el Estado y la Unión Europea.

¿Somos más dependientes del exterior?

No más que otras veces. Canarias vive del turismo y de su relación con clientes comerciales como Alemania, Escandinavia o Reino Unido. Ahora da la impresión de que el reloj se mueve más rápido porque somos 28 Estados europeos anteponiendo sus intereses y, en esa esfera, nuestro REF pesa lo que pesa.

Pero en esas asperezas entre Estados, Bruselas da relevancia a las regiones ultraperiféricas.

Sí y debemos aprovechar la ventaja que da a Clavijo presidir el comité de las regiones ultraperiféricas. Los empresarios estamos esperanzados con la visita anunciada por el presidente de la Comisión Europea a Canarias. Ya hubo un encuentro el pasado año al que asistió el presidente francés Macron, otorgándole la máxima interlocución a las ultraperiféricas. Pero, sinceramente, me planteo a veces si somos conscientes de esas experiencias.

¿Por qué lo expresa así?

Porque en ocasiones percibo cierta insatisfacción social. Creo que no se ha valorado lo suficiente que un presidente de Canarias se entreviste a la vez con la máxima autoridad de Francia y de la UE. Son instantes que solo pasan una vez y los asumimos como algo cotidiano cuando no lo son.

¿Tendemos a ser autocomplacientes?

A lo mejor, pero el exceso de confianza no es bueno. Hablar del REF o de la financiación autonómica o de nuestros contenciosos en Europa o Madrid es hablar de qué Estado de bienestar queremos y cómo se va a financiar. A los empresarios nos preocupa saber qué haremos con las pensiones. Nos preocupa por la calidad de nuestros trabajadores y de las generaciones venideras. A mí me interesa conocer que la financiación autonómica es para financiar algo y ese algo es rearmar a Canarias con una mejor sanidad, educación, justicia y asistencia social.

¿Cumple Fernando Clavijo con esas prioridades?

Sí, aunque un poco más de pedagogía política o institucional le facilitaría las cosas. Su voz es la voz del Gobierno de Canarias y debe sonar alto en todas las Islas. Es la máxima autoridad y como tal debemos reconocerlo.

Quizás Clavijo debería seguir el ejemplo de Dinosol promoviendo una ilusión más certera sobre nuestras capacidades para creer que Canarias puede competir con las grandes comunidades. ¿Qué hay de mal en aspirar conciertos económicos como el vasco? Cuando ustedes asumieron el grupo en 2012, pocos confiaban en el éxito de la operación y en la competencia que afrontaban con los gigantes de la alimentación.

Si somos ejemplo para otros es porque a ilusión y optimismo no hay quien nos gane. Las dudas del principio se disiparon pronto. Ahí están los resultados. Conocemos este negocio y no hemos dejado de trabajar para alcanzar objetivos muy claros y bien definidos: ser los mejores y los más baratos. Tenemos muy claro el concepto de región, que cumplimos a rajatabla. Somos una empresa de Canarias y para Canarias. Tenemos 74 tiendas en Tenerife y otras 74 en Gran Canaria y en todas damos los mismos servicios de calidad y atención al cliente y los precios más bajos del sector alimenticio, según la OCU. Estoy convencido de que podemos ser de los mejores y en sectores como el turístico no hay quien dude de nuestras capacidades.

A lo mejor nos cuesta creerlo.

Eso puede cambiarse. Si Canarias no tuviese el régimen de ventajas que reconoce la UE como región ultraperiférica, ¿quién se instalaría aquí?

¿Confía más en el diálogo o en los pactos?

Ambas cosas van unidas. La dinámica de pactos y la búsqueda de equilibrios nos llevan siempre al consenso. Yo puedo no estar de acuerdo con el debate sobre la transición energética, por ejemplo, y mantener siempre el diálogo.

¿Y qué tiene que objetar al debate energético?

Creo que la implantación del gas merece el beneficio de la duda. Soy partidario de una transición que nos aleje de la dependencia del petróleo.

En fechas recientes, la consultora independiente Randstad destacó determinados valores de Dinosol desde la percepción de la plantilla de trabajadores.

Ese informe nos llena de satisfacción porque nos convencen del camino marcado en estos años. Decía un filosofo que "la ocasión hay que crearla y no esperar a que llegue". Y nos viene como anillo al dedo para demostrar que dar un buen servicio, disfrutar de un buen clima laboral y mejorar la vida de los canarios a base de precios más bajos que la competencia nos permite consolidar nuestra estrategia de cohesión y expansión en Canarias sin importarnos la doble insularidad que tanto trastorno origina a la economía canaria. Es nuestra seña de identidad para un grupo que compra en Canarias bienes y servicios por unos 600 millones de euros.

Hiperdino ha sido pionera en fomentar el reciclaje.

La campaña ha resultado un éxito y la seguimos manteniendo. La sostenibilidad es un tema clave para la industria. El 42% de los desperdicios alimentarios se produce en el hogar.