El año pasado fallecieron en las carreteras de la provincia de Santa Cruz de Tenerife 33 personas, es decir, nueve más de las que perecieron en 2016. El dato fue anunciado ayer por el jefe provincial de Tráfico, Pablo Calvo, durante la presentación de las 17 nuevas motos con que trabajarán agentes de la Guardia Civil en las islas occidentales.

Calvo recordó que los mencionados vehículos son entregados por la Dirección General (DGT) a los funcionarios del Instituto Armado para que estos puedan mejorar la vigilancia y la seguridad de los usuarios de las vías. Además, indicó que las nuevas motocicletas BMW 1.200 RT también favorecen una conducción más segura para los propios guardias.

Calvo comentó que "nos encontramos en un momento complicado, en el que las cifras de siniestralidad en la provincia han aumentado en el año 2017". En base a los datos ofrecidos por el propio jefe de Tráfico en Santa Cruz de Tenerife, el incremento registrado se sitúa en tornmo a un 27%. No obstante, los datos oficiales serán dados a conocer el próximo 1 de febrero.

Apuntó que ya los guardias civiles y la propia DGT están trabajando para tratar de cambiar esa tendencia.

La Dirección General de Tráfico ha invertido 200.000 euros en las motos enviadas a las islas occidentales. Está previsto que diez unidades se destinen al destacamento de La Laguna, donde ayer tuvo lugar la presentación oficial.

El resto se distribuirá por diferentes destacamentos.

La delegada del Gobierno, Mercedes Roldós, comentó que para todo el Archipiélago se han enviado 35 vehículos, de los que 18 corresponden a la provincia de Las Palmas.

Roldós explicó que las BMW 1.200 RT poseen "más cilindrada, más potencia y más seguridad". Las motos van equipadas en sus maletas con dispositivos para detectar alcoholemias, consumo de drogas o excesos de velocidad, según la delegada, que añadió que, en su conjunto, aportan más operatividad al agente que las conduce. Para la representante del Gobierno central, dichas unidades poseen la mejor dotación de toda Europa desde el punto de vista tecnológico.

Un agente-mecánico de la Guardia Civil de Tráfico señaló que la diferencia entre las nuevas motos y las últimas BMW que llegaron a la provincia es "bastante grande".

Dicho profesional señala que los vehículos poseen más seguridad, entre otras cosas, por disponer de mayores y más eficaces discos de freno, así como de sistema antiderrapaje (el denominado control de tracción).

Una de las curiosidades de las BMW 1.200 RT de la Guardia Civil es que cuentan con un pequeño dispositivo para ahuyentar animales que intentan cruzar la calzada, a través de la emisión de un ultrasonido no percibido por los agentes.

Además, incorporan un sistema de localización por satélite (GPS) y una radio que facilita las comunicaciones con la central operativa (COTA) y entre los propios motoristas de Tráfico.

Su potencia ronda los 140 CV y en sus maletas portan también una tableta con la que se hacen las denuncias y una pequeña impresora.