Cuando, hace menos de cinco meses, Isaac Castellano sustituyó a Mariate Lorenzo al frente de la Consejería de Turismo del Gobierno canario, tomó los mandos de un barco que navega a velocidad de crucero -el Archipiélago bate un récord de llegadas tras otro y la rentabilidad del sector no deja de crecer-, pero que también debe sortear algunos escollos, como la polémica regulación del alquiler vacacional y el riesgo de que la imagen social de la actividad turística se deteriore, como ha ocurrido en otras zonas. El joven político lanzaroteño se muestra convencido de la fortaleza del destino y de su marca, advierte de la necesidad de mantener el valor de la sostenibilidad y, en cuanto al alquiler turístico, anuncia que en semanas -o días- estará listo el borrador del nuevo decreto, que, por lo que se barrunta, asignará mayores responsabilidades a las administraciones locales.

¿Está tocando techo el turismo en Canarias? ¿Qué podemos esperar del próximo año?

Es muy difícil hablar de si estamos tocando techo o no. Es verdad que todavía tenemos capacidad para alojar a más turistas. En cualquier caso, debemos ser conscientes de que estamos viviendo momentos extraordinarios, en los que venimos batiendo récords año tras año, y de que se trata de una situación a la que no podemos acostumbrarnos como si fuera algo normal. Vivimos un momento extraordinario, con las mejores cifras turísticas de nuestra historia, y tenemos que entenderlo de esa manera y aprovecharlo para mejorar las condiciones en las que se desarrolla la actividad turística en Canarias.

¿Están notando ya la reactivación de destinos competidores?

Evidentemente, la situación por la que pasan nuestros competidores afecta al nivel de llegada de turistas a Canarias. Es un factor que tenemos plenamente presente, pero también decimos que no tenemos turistas prestados ni cautivos. Debemos afrontar el reto permanente de ser competitivos, de mejorar el destino, y creer además firmemente en la marca y en por qué somos líderes en pernoctaciones en la Unión Europea. A pesar de ciertos escenarios de incertidumbre, no apreciamos un descenso ni de la demanda del destino turístico Islas Canarias ni tampoco de la percepción de la imagen que tienen de nosotros, que es muy positiva y es uno de los grandes valores con los que cuenta Canarias.

¿Crece tanto el mercado turístico que hay clientes para todos los destinos?

La industria turística es una de las que tienen mayor previsión de crecimiento cara al futuro. Esto nos beneficia a todos, pero también nos va a introducir en un escenario de mayor competencia, porque todo el mundo quiere aprovechar este incremento de la demanda a nivel mundial. En cualquier caso, lo que nos toca a nosotros es hacer nuestros deberes: mantener una cultura de excelencia que nos obliga a ser mejores cada día y, sobre todo, mantener la apuesta de conducir el desarrollo turístico por la senda de la sostenibilidad, que ha sido tradicional en Canarias y no siempre hemos sabido valorar. Si algo me resulta gratificante es que representantes de otros destinos tengan a Canarias por referente de la sostenibilidad. Esto no es casual: somos líderes en pernoctaciones, pero también en protección del territorio en el ámbito del Estado, con más del 42% de nuestra superficie protegida. Contamos con siete reservas de la biosfera. Esto pone de manifiesto que la actividad económica se ha desarrollado de forma armoniosa con el territorio. Tenemos que seguir avanzando en esta senda, y lo venimos haciendo con diferentes estudios que nos van a señalar el camino para los próximos años.

¿Se refiere al estudio sobre la capacidad de carga?

Esa es una de las grandes cuestiones que abordaremos el próximo año. Estamos a punto de obtener las conclusiones del estudio. También tenemos el plan estratégico de turismo. Con respecto a la capacidad de carga, tenemos que hacer una reflexión mucho más profunda que la que veníamos realizando hasta ahora. Entendíamos la capacidad de carga como un número cerrado de turistas que cabían en nuestro territorio, sin considerar qué es lo que hacían y qué dinámicas se generaban una vez el turista llegaba a nuestro territorio? Esto tiene una incidencia importantísima en la determinación de esa capacidad de carga. No se trata de establecer un número por isla, sino de analizar qué actividad desarrolla el turista y cómo se mueve en los diferentes entornos, y ser capaces de llevar el análisis a espacios concretos. Queremos desarrollar un sistema de indicadores que tenga en cuenta la percepción y la satisfacción del propio turista, que evidentemente se ve afectada por los niveles de saturación, así como la afección al medio ambiente y el análisis de la percepción que el propio residente tiene sobre la industria. No tendría ningún sentido desarrollar una industria que genere malestar, que no es el caso de Canarias. Nuestra sociedad es plenamente consciente de que los niveles de desarrollo que hemos alcanzado serían inimaginables sin la participación de un sector que es el motor de nuestra economía.

¿Qué medidas se adoptarán en función de esos resultados?

Por eso lo enlazaba con el plan estratégico, porque es importante contar con la participación de todas las administraciones, de los diferentes agentes económicos que hacen del destino Islas Canarias lo que es. Lo que va a implicar este plan es una prospección en las tendencias que nos vamos a encontrar en el sector turístico y también la definición de actuaciones por parte de todas las partes implicadas. El liderazgo turístico canario se mantiene por unos recursos absolutamente envidiables, pero también por la participación de grandísimos profesionales, que en el sector privado y en el público trabajan cada día para ser lo que somos. La gran labor de este plan estratégico es la de alinear los esfuerzos y energías que todos esos agentes ponen en ese día a día, de forma que seamos capaces de establecer líneas de actuación comunes. De todas formas, el concepto de sostenibilidad está bastante enraizado en la sociedad canaria, y lo que surja de estos estudios será muy tenido en cuenta a la hora de determinar hacia dónde debemos ir.

Las cifras demuestran que el sector turístico está creando puestos de trabajo. Sin embargo, se discute su contribución al empleo. ¿Por qué cree que pasa esto?

Si uno analiza las gráficas de evolución de empleo y las de llegadas de turistas, ve una correlación clara entre una y otra. Se da un fenómeno curioso: en los momentos de incremento de turistas el empleo crece a menor ritmo que el del aumento de llegadas, pero también en las fases de crisis el proceso de destrucción de empleo es más lento que la pérdida de turistas. Pero sin duda existe una correlación; tanto es así que en el último año esas cifras de llegadas se han traducido en la creación de 10.000 empleos en el sector. Hay que desmentir que esos datos no se traduzcan en creación de empleo; la realidad dice lo contrario.

¿Son demasiado bajos los sueldos en el sector?

Esta es una de las grandes cuestiones que se plantean. Nosotros siempre apelamos a la negociación colectiva entre sindicatos y patronales para alcanzar acuerdos en esta materia. Según los datos de Deloitte, el salario medio bruto de las camareras de piso se situaba en el año 2016 en algo más de 18.000 euros. Evidentemente, siempre la pretensión es que las mejoras en el sector en términos de valor añadido se distribuyan de la mejor manera posible, y esto implica también que tengan traslado a los sueldos.

¿Está haciendo alguna gestión el Gobierno canario o CC para que la Seguridad Social autorice el adelanto de la edad de jubilación para las camareras de piso?

Esta es una cuestión que se ha puesto sobre la mesa, pero somos conscientes de la dificultad que plantea desde el punto de vista de las arcas públicas.

Todo indica que el sector privado ha aprovechado estos años de bonanza para renovarse. ¿Ha llegado el momento de renovar y mejorar también los espacios públicos turísticos?

Hemos elaborado un documento importantísimo, el Plan de Infraestructuras Turísticas de Canarias (Pitcan), con el objetivo de contar con proyectos y, además, establecer una priorización con respecto a su importancia para, en función de los recursos de los que dispongamos, ir poniéndolos en marcha con mayores garantías de cumplimiento de los plazos. Somos plenamente conscientes de que mantener la competitividad del destino en un entorno global donde la competencia es muy grande exige renovar de forma permanente los espacios públicos turísticos. En su día contábamos con el plan de infraestructuras turísticas, que era un instrumento muy potente. Solo en el año 2012, por la eliminación unilateral por parte del Estado, supuso una pérdida de 50 millones de inversión. En estos momentos, además de partidas como el Fdcan, fondos propios o los convenios firmados con las secretarías de Estado de Turismo y Medio Ambiente, estamos trabajando para recuperar un plan que suponga un impulso importante a las infraestructuras.

¿Se ha comprometido el Gobierno central a recuperar al menos una parte sustancial de esos fondos si hay presupuestos generales del Estado en 2018?

Estamos en proceso de negociación, pero no hemos concretado la posible partida. En cualquier caso, esta es una cuestión en la que se deberá implicar el conjunto de grupos parlamentarios que tienen representación en el Congreso y que son, en definitiva, los que terminarán aprobando el presupuesto. Por eso, hoy mismo (por el miércoles) apelaba en el Parlamento canario a construir un consenso entre todas las formaciones que tienen presencia en la Cámara regional y en el Congreso de los Diputados para que, siendo conscientes de la importancia que tiene el incremento de la dotación presupuestaria para infraestructuras turísticas en Canarias, seamos capaces de impulsarlo en la negociación presupuestaria.

Han iniciado la revisión del decreto de alquiler vacacional. ¿Qué plazos manejan?

Iniciamos el procedimiento sometiéndolo a información pública. Ahora estamos en el proceso de elaboración del borrador, con el que contaremos probablemente a finales de este año o a inicios del próximo. A partir de ahí la idea es construir consensos con las diferentes administraciones, con la Fecai, con la Fecam, con los agentes turísticos... Para abordar el reto que nos plantea el alquiler vacacional tenemos que poner sobre la mesa la necesidad de que participen todas las administraciones, porque algunos de los aspectos que tienen una incidencia en este fenómeno no pueden ser abordados siquiera por la Comunidad Autónoma. Hay que reflexionar acerca de si el alquiler vacacional es una actividad económica o no lo es; esto se debería hacer en el ámbito del Estado. La Ley de Propiedad Horizontal también tiene implicaciones en las decisiones que se pueden tomar, y ahí también las competencias son estatales. Por eso en las últimas reuniones que hemos tenido con la secretaria de Estado de Turismo le hemos solicitado que se convoque una conferencia sectorial para tratar, entre otras cosas, este fenómeno. También necesitamos la participación de las administraciones locales, que tienen competencias fundamentales en materia de urbanismo y ordenación, materias que también afectan al alquiler vacacional. El decreto abordará cuestiones importantísimas, pero si queremos tratar el fenómeno de una forma integral, si queremos encontrar la mejor de las soluciones, debemos buscar la participación del conjunto de las administraciones.

¿Levantarán la prohibición de ejercer la actividad en las zonas turísticas?

Precisamente, los aspectos relacionados con la zonificación son los que van a requerir una mayor implicación de las administraciones locales. No puedo dar datos del texto, pero sí que en materia de zonificación va a ser necesario, y creo que es muy positivo, que participen las administraciones locales, porque la realidad del alquiler vacacional no es la misma en las diferentes islas ni, dentro de estas, en las diferentes áreas. Probablemente, si queremos contar con la capacidad de tener soluciones flexibles, se tengan que buscar también medidas por parte de la administración local relacionadas con aspectos como la zonificación.

¿Cabría la posibilidad de que ayuntamientos o cabildos establezcan determinados cupos en sus territorios?

Es una de las posibles vías: establecer cupos y también limitaciones en el ámbito territorial de su propio municipio. Son cuestiones que están sobre la mesa y que tendremos que abordar. Esto afecta también a la capacidad de carga en entornos urbanos, un aspecto que hay que tener en cuenta.

¿Habría que revisar los planes generales o emitir algún tipo de normativa municipal para ello?

Se trataría de que a través de sus instrumentos de ordenación los municipios establezcan dónde se puede radicar o no el alquiler vacacional. Son cuestiones que se ponen sobre la mesa, pero tenemos que alcanzar consensos con todas las administraciones.