La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias le ha solicitado al Ministerio del mismo ramo poder preautorizar las acreditaciones para la formación de médicos internos residentes (MIR) en los hospitales isleños. Con esta medida, el departamento que dirige José Manuel Baltar intenta paliar las dificultades para cubrir las plazas existentes, sobre todo por las crecientes jubilaciones.

El propio Baltar desveló en la última sesión plenaria, y ante una pregunta de la diputada majorera Nereida Calero, que el Ministerio invierte demasiado tiempo en acreditar a los nuevos médicos y que, por ejemplo, con un otorrino que obtuvo recientemente la autorización tardó tres meses. Por eso, y ante el grave problema de falta de facultativos internos, la consejería le ha planteado al departamento de Dolores Montserrat poder otorgar esas acreditaciones mediante unas preautorizaciones que luego serían analizadas y corroboradas por un equipo del Ministerio.

Baltar admite que ni siquiera las 312 plazas adelantadas por el Estado para renovar a médicos u otros profesionales sanitarios jubilados es suficiente. De hecho, subraya que de esos 312 suelen cubrirse 298 o 299 por falta de demandantes, lo que, unido al déficit que ya existe, agrava aún más la situación. Además, y según aclaró la diputada nacionalista, no todos estos MIR acaban ejercitando en las Islas.

De ahí algunas de las medidas planteadas por la consejería, entre las que también está la búsqueda de acuerdos para retrasar las jubilaciones de médicos y especialistas que lo soliciten y donde sea necesario, así como incentivos para ciertas plazas MIR, principalmente con prórrogas de los contratos de formación.

De esas 312 plazas ahora previstas por el Ministerio para el cupo canario, 253 serán para médicos, 45 para enfermería y 14 para farmacéuticos, biólogos o psicólogos. Unas cifras que, sin embargo, son insuficientes, según reconoce el propio Baltar, y que obligan a medidas especiales.

Con las preautorizaciones, la consejería espera que los médicos puedan actuar en los hospitales de manera inmediata, cumpliendo, eso sí, una serie de requisitos que garanticen su formación. El Gobierno regional no solo alerta de las dificultades para cubrir las plazas vacantes por jubilaciones en los próximos años, sino las que puedan darse en el futuro por el aumento de la demanda de especialidades dado el crecimiento de la población de más de 65 años.

En la última reunión de la comisión estatal, diversas comunidades autónomas, aparte de la canaria, plantearon la necesidad de recurrir a este tipo de preasignaciones, para evitar la demora de hasta 3 años de concesión de nuevas plazas de formación MIR que actualmente se registra por parte del Ministerio.

Las dificultades se agravan, además, con los problemas para hallar viviendas de alquiler a precios razonables que se dan en islas como Lanzarote o Fuerteventura por la competencia y la subida de precios que está propiciando el alquiler vacacional y que, según grupos como Podemos, hace que algunos médicos con plaza renuncien porque no les compensa trasladarse a esas islas.

Otra cuestión es la salida profesional una vez acabada el periodo MIR. De hecho, y en especial en los años de mayor crisis, cuando se prohibió la contratación de nuevos funcionarios y se suspendieron numerosos concursos públicos de empleo, la proporción de facultativos que concluyeron su formación y los contratados por el SCS reflejaba un gran contraste. Por ejemplo, en 2012 apenas se contrató a una treintena de los 226 facultativos que ese año terminaron todo su periplo entre la Facultad y los hospitales.