El Gobierno de Canarias entiende que la prioridad en el aeropuerto Tenerife Sur es disponer de una nueva terminal, antes que la segunda pista, porque la situación actual es de un colapso insostenible, afirmó hoy el consejero de Obras Públicas y Transportes, Pablo Rodríguez.

El consejero se pronunció de esta manera en comisión parlamentaria, en la que todos los grupos coincidieron en criticar la situación del aeródromo en el sur de Tenerife y donde la diputada socialista Teresa Cruz pidió tener "una voz clara" entre todas las administraciones en este ámbito, porque "estamos al borde del caos".

Pablo Rodríguez aseguró que no iba a ser "tibio" en esta cuestión respecto a la reivindicación "clara" del Gobierno regional, y sugirió que los grupos promuevan una proposición no de ley para a su vez fijar la posición del Parlamento autonómico.

El Gobierno canario considera insuficiente la propuesta planteada en el Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) de unir en 2020 las terminales 1 y 2, aunque indicó que AENA prevé ejecutar a fin de 2018 una adaptación en la segunda para facilitar el embarque de pasajeros que supondría una inversión de 4 millones de euros.

La parlamentaria socialista Teresa Cruz, que solicitó la comparecencia, aseveró que esta segunda terminal es "fantasma", pues se edificó hace casi 10 años con un coste de 27 millones de euros sin que se haya utilizado, y recordó que el 92 por ciento de los pasajeros de Tenerife Sur son turistas, que llegan y se van de la isla "en unas condiciones bastante lamentables".

"No es que haya hacinamiento, es que hay un caos continuo", criticó la diputada, quien dijo que las instituciones se asemejan a una orquesta bastante desafinada porque el Gobierno plantea una cosa y el Cabildo de Tenerife otra, frente a la unidad en sus demandas que sí presentan los ocho ayuntamientos del sur de Tenerife.

El consejero de Obras Públicas y Transportes insistió en que la la propuesta del Dora es absolutamente insuficiente porque propone exclusivamente unir las terminales 1 y 2, la "fantasma", con un coste de 30 millones de euros que no va a dar respuesta a la demanda del aeropuerto ni a la operatividad para los usuarios, porque en un edificio está el control de seguridad y en el otro, a unos 500 metros de distancia, las puertas de embarque.

El Dora, que es un documento de planificación de inversiones para cuatro años, preveía que Tenerife Sur recibiese en 2019 10.200.000 pasajeros, cifra que se superó el año pasado.

A su vez preveía para 2020 un movimiento de 5.750 personas por hora en la terminal, lo que se superó los viernes del verano de 2014 y se igualó los martes y sábado.

Las inversiones del Dora se quedan cortas y no dan respuesta a las exigencias, ha fallado en sus previsiones y por ello el Gobierno de Canarias ha pedido que replantee, pues es insuficiente para los aeropuertos "estratégicos" de las islas, advirtió Rodríguez.

El diputado de la Agrupación Socialista Gomera Jesús Ramos reclamó por el contrario la segunda pista como una asignatura pendiente para el próximo Dora, pues a su juicio si no se recoge se habrá perdido una década de desarrollo, y recordó que La Gomera y El Hierro también dependen del tráfico aéreo del Tenerife Sur.

Esther González, de Nueva Canarias, objetó que para su grupo lo prioritario es la terminal de pasajeros y no "poner bueyes delante de las carretas" porque de lo contrario, alertó, si se plantean todas las reivindicaciones justas "probablemente terminemos sin ninguna".

Por Podemos Natividad Arnaíz consideró que la unión de las dos terminales "algo solucionaría" aunque persista el problema "de embudo", pues los viajeros tendrían que volver a desplazarse para embarcar, lo que no es lógico.

El diputado popular Miguel Jorge dijo que el Gobierno canario puede contar con todo el apoyo del PP para solucionar este problema aunque parece "que no tenemos muy claro lo que queremos" para el aeropuerto "y desde el momento en que demos cierta imagen de incertidumbre, otros aprovecharán para llevarse el dinero a otro lado"

José Manuel Pitti, del grupo Nacionalista Canario, observó que los datos son irrefutables, pues el Dora no atinó en sus previsiones de tráfico y el resultado es una terminal saturada consecuencia de la nula inversión del Estado en esta infraestructura.

Pitti reprochó que AENA obtiene un beneficio de 180 millones de euros en los aeropuertos canarios y sólo invierte en ellos 62 millones, y en el caso de Tenerife Sur, gana 80 millones y destina apenas 22.

A su juicio, el Dora es "un papiro repleto de agravios y desatinos" y respecto a la unión de las dos terminales, consideró que el hecho de que esta obra empiece a final de 2018 o principios del siguiente año sólo ayudaría "a rematar el desafuero".