El informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que desaconseja al Ministerio de Energía autorizar la planta regasificadora de Granadilla ha dado nuevos argumentos a los detractores de estas infraestructuras y de la introducción del gas natural licuado en Canarias, a cuyas filas puede sumarse un nuevo aliado. El diputado socialista Gustavo Matos sostuvo ayer que existen "dudas razonables" de que el gas sea "una buena opción" como energía de respaldo para la penetración de las renovables en las Islas.

Matos reconoció que, aunque hace "veinte o veinticinco años" había una "certeza" sobre la oportunidad de apostar por esta fuente energética para sustituir el fuel, en la actualidad se trata de "una cuestión en debate", incluso en el propio PSOE, que hasta hace poco defendía la necesidad de construir las plantas regasificadoras, sobre todo cuando, en la pasada legislatura, gestionaba la Consejería de Industria.

"Yo creo que debemos decantarnos por que no es una buena idea y llega tarde", afirmó el parlamentario socialista en relación a la postura de su partido. A su juicio, el gas natural puede ser un "freno" para una mayor implantación de las energías limpias en el Archipiélago.

La intervención de Gustavo Matos se produjo en el seno de la comisión de Industria de la Cámara regional, en la que el consejero del área, Pedro Ortega, compareció a petición de Nueva Canarias para informar sobre el proyecto de regasificadora en Tenerife a la luz del informe de la CNMC. Ortega defendió con contundencia -ante las críticas no menos contundentes del portavoz de NC, Román Rodríguez- la "apuesta incuestionable" del Gobierno por las renovables y reafirmó el objetivo de alcanzar el 45% de penetración de estas energías en 2025.

El consejero destacó la necesidad de reducir las emisiones de CO2 y otros elementos contaminantes, y recordó el ahorro que, en este aspecto, ofrece el gas. Ortega insistió en que el informe del CNMC no es vinculante, precisó que viene precedido de otros favorables y argumentó que la inversión que supone la ejecución de la planta -260 millones de euros- sería amortizada desde el punto de vista "contable" -ahorro económico- y social -recorte de emisiones-.

Por su parte, Rodríguez reclamó al Gobierno que "rectifique" su apuesta por el gas y alertó de una "burbuja" en torno a esta fuente de energía, como, a su entender, pone de manifiesto la disminución de la demanda en España y la paralización de instalaciones gasísticas. "No es una energía de respaldo, sino que compite con las renovables", sostuvo el líder de NC, que pronosticó que los propios promotores -Enagás- "se echarán atrás" cuando "circulen todos los números".

Rodríguez trazó un paralelismo con el infrautilizado y deficitario aeropuerto de Castellón. A ello repuso Ortega que el hecho de que este aeródromo sea "un error" no significa que no sean necesarios otros aeropuertos.