La Consejería de Educación y Universidades incorporará a 36 educadores sociales a 70 centros públicos de las Islas. La contratación de estos trabajadores, que forman parte de un proyecto piloto presentado ayer, responde a una demanda de las comunidades educativas para atender la diversidad en las aulas, mejorar la convivencia y atajar fenómenos como el absentismo o el fracaso escolar.

La consejera de Educación y Universidades, Soledad Monzón, subrayó ayer, en la rúbrica del convenio entre su departamento y el colegio profesional, que esta iniciativa, que está recogida en la Ley Canaria de Educación, es clave para potenciar el desarrollo social y educativo del alumnado.

El objetivo es que estos profesionales "planteen desde el centro educativo propuestas de mediación familiar, de resolución de conflictos, reducción de absentismo, fomento de la convivencia, prevención del acoso escolar, atención a la diversidad y desarrollo comunitario y participativo".

El presidente del Colegio Profesional de Educadores y Educadoras Sociales de Canarias (CEESCAN), Francisco Rodríguez Reyes, valoró que la Consejería se haya sumado a otras comunidades autónomas, como Extremadura, Andalucía o Castilla La Mancha, que ya cuentan con estos profesionales en las aulas. Aunque este proyecto es experimental, la intención de ambas partes es que se mantenga en el tiempo. La labor de estos trabajadores es amplia, pero tiene especial protagonismo la prevención, la mediación y la labor socioeducativa.

Rodríguez destacó la importancia de la incorporación de los educadores a los centros educativos "para dar respuesta a la demanda social existente en torno a tres ejes esenciales: la comunidad, la escuela y la participación social". Los educadores sociales -dijo- "queremos sumar, incorporarnos a los centros y a la comunidad, dentro de un proceso social y participativo".

Monzón subrayó que entre las funciones de los educadores sociales está la de favorecer la puesta en marcha de los programas de convivencia. También se encargarán de la creación de espacios y de equipos de trabajo que indaguen en nuevas estrategias de resolución de conflictos.

Los centros donde desempeñarán su función los educadores sociales se reparten por todas las islas y se han elegido según la demanda o las necesidades derivadas del contexto. "Las escuelas cambian igual que lo hacen las sociedades. Tenemos que tener en cuenta los avances tecnológicos o los casos de violencia que se dan. La escuela no es ajena a esa realidad social. Pero nosotros no queremos ser bomberos, sino trabajar en el tiempo para prevenir. En definitiva, participamos en el acompañamiento vital", resumió el presidente del colegio.

Relación fluida con los servicios sociales

La labor que hacen los servicios sociales de los ayuntamientos "es fundamental", por lo que los educadores sociales trabajarán con los equipos de orientación -de los que forman parte trabajadores sociales que mantienen vínculos con los consistorios- y los centros de profesorado, explicó la consejera Soledad Monzón. Por su parte, el presidente del Colegio de Educadores Sociales, Francisco Rodríguez Reyes, también destacó la importancia de trabajar con los consistorios, que son muy conscientes de las necesidades de sus ciudadanos.